En la localidad de Aguas Blancas, en Salta, se está gestando una medida de seguridad que ha generado gran revuelo en la región. Se trata de la construcción de un cerco de alambre en la frontera con Bolivia, un proyecto que buscaría frenar el paso ilegal de personas y el contrabando, en el marco del Plan Güemes del Ministerio de Seguridad de la Nación, liderado por Patricia Bullrich.
El proyecto: un muro alambrado
Según informó el diario El Tribuno, el gobierno argentino ya ha convocado a licitación para la instalación de un alambrado a lo largo de los 200 metros que separan la terminal de colectivos de la oficina de Migraciones de Aguas Blancas.
La obra, que tiene como objetivo establecer un control más riguroso en la frontera, pretende evitar que las personas crucen de manera ilegal a través de puntos no habilitados.
Virginia Cornejo, directora Nacional de Vigilancia y Control de Fronteras del Ministerio de Seguridad, explicó que, a diferencia de Bolivia, que ya había implementado estrictos controles en su lado de la frontera, el lado argentino carecía de una delimitación clara. “Del lado boliviano se construyeron controles estrictos, pero del lado argentino no había una delimitación clara”, señaló Cornejo.
Desde diciembre pasado, las fuerzas federales se han desplegado en la zona con el objetivo de reforzar los controles y garantizar que quienes crucen la frontera lo hagan de manera legal. Adrián Zigarán, interventor de Aguas Blancas, detalló que el alambrado se instalará dentro del murallón preventivo, utilizado en situaciones de crecidas del río Bermejo, con la finalidad de obligar a las personas a pasar por la oficina de Migraciones para realizar el control correspondiente.
La obra sería financiada por la provincia de Salta, bajo la supervisión de la Nación, luego de que se constataran numerosos cruces ilegales en la zona. Según Zigarán, Aguas Blancas se había convertido en un punto de encuentro para aquellos que cruzaban la frontera de manera irregular. “La gente salía caminando e iba hacia las chalanas, saltando el muro de protección por las inundaciones del Bermejo”, explicó.
Reacción de Bolivia ante el anuncio
La medida no ha sido bien recibida por el gobierno boliviano, que ha expresado su preocupación ante la instalación del cerco. A través de un comunicado, la Cancillería de Bolivia destacó que los temas fronterizos deben ser tratados a través de mecanismos de diálogo bilaterales y no mediante medidas unilaterales. “Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”, señalaron desde el organismo.
El ministro de Justicia de Bolivia, César Siles, también se pronunció en contra de la medida, alegando que contravendría tratados internacionales. “Esperamos que solo sea un anuncio y no algo real. Ojalá que el presidente Javier Milei pueda reflexionar”, dijo Siles, instando a organismos internacionales como la ONU y la OEA a intervenir si la medida se concreta.
