Desde tiempos inmemoriales, el arte de hornear ha sido un acto de amor y creatividad en la cocina. Entre las muchas delicias que se pueden crear, el bizcochuelo esponjoso ocupa un lugar destacado. Su textura ligera y su sabor dulce lo convierten en el acompañamiento perfecto para el café o el mate.
Sin embargo, lograr esa esponjosidad perfecta puede parecer un desafío. La clave está en el momento en que seleccionas los ingredientes con cuidado, desde los huevos frescos hasta la vainilla aromática, y luego el dar a cada paso de la preparación su tiempo adecuado.
Batir los huevos hasta que adquieran una consistencia aireada, tamizar la harina con precisión y doblarla suavemente en la mezcla húmeda, son los tres pasos fundamentales que no pueden faltar si se quiere lograr un bizcochuelo esponjoso.
¿Cómo preparar un bizcochuelo en casa?
Ingredientes:
- 4 huevos grandes
- 1 taza de azúcar
- 1 taza de harina de trigo
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1/2 taza de leche
Preparación:
- Precalentar el horno a 180 °C y engrasar y enharinar un molde para bizcocho.
- En un tazón grande, batir los huevos y el azúcar con una batidora eléctrica hasta que la mezcla esté pálida y espumosa. Este paso es crucial para lograr la esponjosidad deseada, así que asegurarse de batir lo suficiente.
- Agregar el extracto de vainilla y seguir batiendo hasta que esté bien incorporado.
- En otro recipiente, tamizar la harina y el polvo de hornear juntos para asegurarse de que no haya grumos.
- Incorporar gradualmente la mezcla de harina a la mezcla de huevo, alternando con la leche. Es importante no mezclar en exceso en este punto, solo lo suficiente para combinar los ingredientes secos y húmedos.
- Verter la masa en el molde preparado y alisar la superficie con una espátula.
- Hornear en el horno precalentado durante unos 25-30 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Una vez horneado, dejar que el bizcochuelo se enfríe en el molde durante unos minutos antes de transferirlo a una rejilla para que se enfríe completamente.
