Apuñaló a su esposa y fue condenado a perpetua por femicidio

La Cámara Segunda en lo Criminal condenó a prisión perpetua a un hombre que mató de una puñalada a su expareja en la localidad de Ingeniero Juárez, en el extremo oeste de nuestra provincia.

Femicida fue condenado a cadena perpetua por asesinar a su mujer
Femicida fue condenado a cadena perpetua por asesinar a su mujer

El crimen sucedió el 26 de noviembre de 2017 en horas de la noche cuando el ahora condenado irrumpió en la casa donde estaba su expareja y en presencia de sus hijos, le asestó una puñalada en el pecho y luego huyó.

La mujer fue asistida en el hospital local y luego fue derivada a esta capital quedando internada en el Hospital Central donde falleció dos días después.

El fallo fue dictado por los jueces Arturo Lisandro Cabral, Ricardo Fabián Rojas y María de los Angeles Nicora Buryaile el pasado 14 de este mes y alcanza a Enzo Gastón Compte, quien fue encontrado culpable de los delitos de homicidio calificado por femicidio, en concurso real con amenaza, hurto y robo.

El femicida también fue inhabilitado por el mismo tiempo de duración de la condena y será sometido a un tratamiento psicológico exhaustivo y continuo, debiendo el Juzgado de Ejecución establecer el lugar y las condiciones en que se llevará a cabo la terapia.

Antes del fatal desenlace la víctima tuvo que soportar todo tipo de tormentos, en medio de una relación sentimental que estuvo caracterizada por repetidos hechos de violencia de género.

Días antes, el 14 de octubre en horas de la noche, el agresor entró a la casa de su exconcubina y, en presencia de los hijos menores de la pareja, comenzó a insultarla con vehemencia para luego robarle 3.000 pesos de su cartera y el teléfono celular.

Una vecina de la mujer contó después en el juicio que esa noche el hijo menor de la pareja se paró frente a su casa y comenzó a pedir ayuda diciendo a gritos que su padre le estaba pegando a su mamá. Fue a ver qué pasaba y encontró a la mujer tirada en el suelo con muestras de dolor: había recibido una violenta patada en el pecho asestada por el sujeto. La testigo también vio correr por los fondos de la propiedad al agresor, escapando de la escena del hecho.

Días después el hombre volvió a repetir un hecho de violencia cuando interceptó a la mujer en circunstancias que circulaba en moto acompañando a su hermana por calles internas del pueblo. Agredió físicamente a su excuñada y luego robó 4.000 pesos que había en la cartera de su expareja.

El tercer y definitivo episodio ocurrió el 26 de noviembre cuando estando la víctima en la casa de su hermana, adonde había ido a vivir buscando un refugio seguro por la inseguridad que padecía, recibió la inesperada visita de su expareja. La levantó de la cama ya que ella estaba durmiendo y la llevó a la parte posterior de la vivienda buscando intimidad e impunidad. Comenzaron a discutir y volvieron las amenazas, hasta que en un momento dado el hombre sacó de entre sus ropas un cuchillo y le asestó a la indefensa víctima una puñalada en el pecho; herida que le produjo la muerte dos días más tarde.

Consumado el ataque escapó de la casa y fue hasta la vía férrea donde eligió uno de los vagones del tren para esconder el arma homicida.

Horas después la Policía detuvo al femicida y, posteriormente, éste terminó confesando ante el juez la autoría material de la criminal agresión.

El juez Cabral, quien formuló el primer voto al que adhirieron sus pares Rojas y Nicora Buryaile, calificó el caso como un típico hecho de homicidio agravado por femicidio, en concurso real con amenaza, hurto y robo.

Dice el magistrado en su voto que surge con claridad, que el mismo se consumó dentro de un ámbito de violencia de género siendo la victima una mujer, recordando en tal sentido que el femicidio se tipifica cuando la muerte de una mujer tiene lugar en un contexto que excede un hecho de violencia, cualquiera sea su intensidad, por la sola circunstancia de ser efectuado contra una mujer.