Una semana atrás Dalma Maradona se convirtió en madre por segunda vez de Azul, fruto de su relación con Andrés Calderelli. Luego del parto, la actriz sufrió algunas complicaciones de salud y debió recibir una transfusión de sangre, y en las últimas horas reveló detalles acerca de lo sucedido.
Después de dar a luz y momentos antes de recibir el alta de la clínica para regresar a casa junto a su primera hija, Roma, comenzó a sentirse mal y no tenía un buen aspecto físico, por lo que el médico decidió hacerle unos estudios de rutina para controlar su estado. Los resultados arrojaron números alarmantes y debió permanecer internada unos días más.
Todo salió a la luz a partir de que Jorge Rial contó el reclamo de Verónica Ojeda a Dalma porque no le respondió un mensaje a Dieguito Fernando después de ser mamá. “Por una situación ajena a mí, me vi en la necesidad de contar un hecho que me sucedió justo antes que me dieran el alta”, cuestionó la artista en un sentido posteo de Instagram.
Según reveló la artista, en ese momento los profesionales notaron que sufría de “una anemia muy severa” por lo que necesitó de hasta una transfusión de sangre. “Por suerte ya me estoy ocupando y solo lo cuento por si a alguien le sirve mi experiencia”, aclaró.
“Me descubrieron una anemia muy severa justo antes de darme el alta y me tuvieron que hacer una transfusión de sangre. Yo no quería saber nada de quedarme porque en casa me esperaba Roma, pero obviamente no fue opcional (porque después me di cuenta que no me podía levantar por mis medios de una silla)”, reveló.
La experiencia del parto de Dalma Maradona
En una serie de publicaciones, la hija de Diego Maradona relató cómo vivió la llegada de su bebé. En la descripción de una fotografía donde se la ve aún dentro del quirófano, Dalma expresó: “Todos los partos son diferentes pero yo decidí repetir equipo porque son ¡los mejores!”.
Después confesó que “la fábrica ya está cerrada”, por lo que descartó la posibilidad de volver a tener más hijos, pero insistió: “Gracias por traer al mundo a Azul con ese amor que se vibraba en el quirófano. No se volverá a repetir, pero sin duda los volvería a elegir”.
“Desde las ecografías con todas mis preguntas incluidas con el genial y paciente doctor Marcelo Domínguez hasta mi segunda cesárea. Gracias a mi obstetra Aníbal dal Verme por el acompañamiento y por ser tan amoroso, Silvi la mejor partera del universo aunque yo nunca haya tenido una contracción, Gabi Arias por ser la mejor instrumentadora y decirme en el medio de la cesárea ‘qué linda sos por dentro’, al anestesiologo que se bancó que le avisara que iba a llorar porque soy actriz y por ningun otro motivo”, destacó.
Y cerró: “Capítulo aparte para la mano de marido potro que estuvo ahí ¡como siempre! A Claudia Villafañe que sin vos no podría nada, a mi sis y a mi ángel de la guarda”.
