Tras varios procedimientos, desarticularon los kioscos clandestinos de combustible en Bernardo de Irigoyen

El hecho se produjo durante la jornada del día de ayer, trabajando de manera conjunta personal de la Policía de Misiones junto a Gendarmería Nacional.

Tras varios procedimientos, desarticularon los kioscos clandestinos de combustible en Bernardo de Irigoyen.
Tras varios procedimientos, desarticularon los kioscos clandestinos de combustible en Bernardo de Irigoyen. Foto: Misiones Online

Durante la jornada de ayer, efectivos de la Policía de Misiones y Gendarmería Nacional levantaron todos los “kioscos” de naftas que estaban apostados en la vía pública en la localidad de Bernardo de Irigoyen. Son más de 100 personas que se dedican al contrabando y lo hacen a través de bidones, tanques y botellas.

Tras la viralización de las imágenes y videos de las ventas clandestinas en las calles de la localidad, este jueves levantaron los puestos que vendían combustible al aire libre. La información fue confirmada por el intendente del municipio, Guillermo Fernández.

Los kioscos de nafta en plena frontera seca son el claro ejemplo de los escenarios insólitos que surgen producto de las asimetrías cambiarias en una provincia que comparte el 90% de sus límites con otros países.

Tal es el “boom” de la venta ilegal de combustible que en las estaciones de servicio de la ciudad misioneros hay extensas colas de vehículos con patente brasileños que día a día cruzan la frontera desde Dionisio Cerqueira para cargar el tanque y luego venderlo. En ese sentido, en los últimos días se “reinventaron” y comenzaron a operar con bidones, tanques y botellas. La actividad lo realizaban con total normalidad y a plena luz del día.

Tras varios procedimientos, desarticularon los kioscos clandestinos de combustible en Bernardo de Irigoyen.
Tras varios procedimientos, desarticularon los kioscos clandestinos de combustible en Bernardo de Irigoyen. Foto: Misiones Online

Situación similar es la que ocurre en la ciudad de Posadas, pero con la particularidad que a esa ciudad la separa de Encarnación el río Paraná y el cruce ilegal es un desafío mayor. Sin embargo, en Bernardo de Irigoyen y Dionisio Cerqueira, frontera seca y sin ninguna barrera, los contrabandistas pasan literalmente a pie a la vista de todos.