Estimulado por la baja temporal de retenciones, el campo tuvo un aporte récord de dólares durante julio al liquidar por exportaciones de cereales U$S 4.102 millones.
Este monto representa un incremento de 57% contra el mismo mes de 2024 y resulta 10,5% superior al de junio.
Con este resultado, en los primeros siete meses del año el sector agrícola generó un ingreso de U$S 19.521.680.532, que equivale a un aumento de 43% con relación al mismo período del año pasado.
Los datos fueron informados este viernes por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
“El mes de julio de 2025 se transformó en el mejor mes desde que se realizan registros (año 2002)”, señalaron las entidades en un comunicado de prensa.
La rebaja temporal de retenciones tuvo vigencia hasta el 30 de junio. Hasta esa fecha los exportadores tenían plazo para registrar sus operaciones. Luego se abría una ventana de 15 días hábiles para liquidar el 95% de la venta y así gozar del beneficio. Ese plazo venció el 20 de julio y fue el período en el que se concentró el ingreso de divisas.
En ese primer tercio del mes, el sector volcó al mercado de cambios entre U$S 200 y U$S 250 millones diarios, lo cual contribuyó a mantener el precio del billete. Pasada esa fecha la oferta por esta vía descendió abruptamente hasta menos de la mitad y favoreció la escalada del tipo de cambio.
La situación podría comenzar a revertirse en los próximos días, dado que desde este viernes rige la rebaja permanente de retenciones que el presidente Javier Milei anunció el fin de semana pasado en la apertura de la Exposición Rural.
Estimaciones privadas calculan que aún quedan en manos de los productores entre U$S 7 y U$S 9 mil millones en cereales.
Para este stock resulta atractivo el nuevo escenario con una baja de los derechos de exportación y un alza del tipo de cambio.
Dólar sin cambios
Pese a las diferentes medidas tomadas por la conducción económica y la aprobación de la revisión por parte del FMI, el dólar cerró la semana con leves bajas respecto de los picos alcanzados el jueves.
La cotización oficial en el Banco Nación finalizó en $ 1.325 para la compra y $ 1.375 para la venta, con un retroceso de apenas $ 5. En la ventanilla minorista la cotización se ubicó en $ 1.325 y $ 1.375. Por su parte, el MEP y el CCL se mantuvieron en un precio de $ 1.362; mientras que el “blue” replicó el valor de $ 1.330, y en Córdoba se pagó $ 1.349. El segmento mayorista cedió a $ 1.355 y $ 1.364 para ambas puntas.
Operadores del sistema financiero insistieron en remarcar intervenciones del gobierno para frenar la escala en los mercados de bonos y dólar futuro.
El Gobierno no ahorra esfuerzos en este sentido dado que busca impedir que el nerviosismo se apodere de los agentes económicos e impacte en la inflación.
Dos recientes informes muestra que en la última semana de junio los precios de los alimentos cayeron. Para LCG para baja fue de 0,4% y para Econiews de 0,2%. A partir de ahora se deberá seguir con atención la evolución de los precios en el arranque de agosto para definir el impacto de la suba del dólar.
Suba de encajes
Con la visión puesta en restringir la circulación de pesos, el Banco Central dispuso a partir de este viernes una suba de los encajes (dinero que deben depositar los bancos en el Banco Central de acuerdo a los depósitos que toman) al 40%.
El presidente del Banco Central, Santiago Bausili, señaló que esta medida se tomó para “incentivar a que los bancos manejen un saldo de pesos en la cuenta corriente en el BCRA más alto de lo que tenían y más parejo a lo largo del mes” y de esta forma ecualizar la cantidad de pesos en circulación.
La contracción de la cantidad de pesos obliga a los bancos bajar la tasa de interés, por ejemplo, en plazo fijo, pero aumentarla en los créditos que otorga. El mayor impacto se dará en los fondos conocidos como money market que ofrecen las fintech.
Al igual que con el resto de las medidas tomadas en los últimos días, la conducción económica busca desplegar toda la artillería posible para reducir la cantidad de pesos en circulación y que no vayan al dólar.
En rigor, estos pesos están en manos de las instituciones financieras y el Banco Central busca forzarlos a que los presten y así aceitar la economía. Pero como la demanda por parte del sector privado aún es insuficiente para tomarlos, las entidades buscan opciones de inversión y así presiona sobre el tipo de cambio.