La Selección Argentina perdió de visitante frente a Paraguay, en un partido que le resultó complicado. Los de Scaloni no pudieron brillar como nos tienen acostumbrados y, como es de esperarse, el resultado adverso cargo de ira los estados de ánimo.
Pero más allá del resultado en sí hubo otra cosa que malhumoró a los jugadores de la Albiceleste: la polémica actuación del árbitro brasileño Anderson Daronco.
Daronco le había sacado amarilla al defensor paraguayo Omar Alderete a los 33 minutos por una dura infracción contra Lionel Messi en mitad de la cancha. Tres minutos más tarde repitió la infracción contra el capitán, cortando una clara jugada de gol
“Si Leo (Messi) seguía con la jugada estaba yo solo”, explicó Lautaro Martínez tras finalizar el encuentro. Efectivamente, Alderete cortó la jugada en lo que fue una típica falta de amarilla.
Daronco prefirió hacer la vista gorda y perdonarle la vida al paraguayo: con doble amarilla habría dejado con 10 a la Albirroja. Muy por el contrario, apenas comenzó el segundo tiempo metió un tremendo cabezazo que le dio el triunfo al combinado local.
La furia del capitán
Cuando finalizó el primer tiempo, con el episodio piadoso todavía fresco, Messi se acercó al árbitro para reprocharle que no haya expulsado al paraguayo.
No es la primera vez que se lo nota visiblemente enojado al capitán, aunque es cierto que no es su estado más común.
Las cámaras lograron tomaron cuando se nota el reproche con cara de pocos amigos y gestos enfáticos. Por su lado, el brasileño se limita a pedirle que baje la intensidad del reclamo.
