Desde que comenzó Gran Hermano, Alfa y Coti Romero han tenido sus diferencias. Si bien la hermanita ha sido una gran estratega, logrando junto a Alexis Quiroga sacar a Daniela Celis , el más grande de los participantes descubrió su juego y se liberaron tensiones.
Y es que la correntina utilizó a Julieta Poggio y Daniela para que la ayudaran a ir al confesionario a hacer la espontánea la semana pasada, cuando en realidad ella las voto a ambas. Su jugada salió a la perfección, hasta que se descubrió.
Como los números no les daban, las mujeres en seguida notaron las mentiras de la muchacha de 20 años. Por ello, se desató una fuerte pelea con “Disney” (como le dicen a Julieta) y Romina, la diputada que ingresó al reality, justo cuando la otra competidora se fue.
Días atrás, mientras ambas participantes estaban afuera sin la correntina, se oyó el grito de unos fanáticos de Poggio: “¡Julieta! ¡Coti te hizo la espontánea!”. Si bien la rubia no escuchó con claridad qué dijeron, desde ese momento comenzaron las sospechas.
Tras la victoria de Argentina en el Mundial, los “hermanitos” dejaron de lado a Coti y a Conejo
Con la llegada de los nuevos participantes, Camila y Ariel, Alfa pudo demostrar el personaje que lleva adelante Coti. A la correntina se la ha tratado de mentirosa y manipuladora en varias ocasiones, cuando en realidad se trata de una estrategia de juego.
Tras descubrir el exitoso juego que llevó adelante esta pareja, comenzaron a “marginarlos”, según denunciaron. El domingo 18, luego de que Argentina ganara el Mundial de Qatar, todos los hermanitos festejaron, pero Coti y Conejo quedaron solos en la cocina.
“Nos están aislando, nos marginan”, se quejó la estratega. No obstante, con picardía luego agregó: “No creo que afuera nos estén matando por eso. Capaz que eso sea algo bueno también. Porque el bullying, la marginación y todas esas cosas son horribles y se re cancelan afuera”.
Aún así, esto no fue muy bien tomado por parte de la audiencia. A través de Twitter, algunos usuarios señalaron que la rubia intenta dar pena y llamar la atención del resto, subestimando a los consumidores del programa.
