Así vive la cuarentena una familia en Corrientes

Se recuperaron objetos olvidados, se readaptaron las rutinas familiares y hay mayor tiempo para compartir.

El rompecabezas recuperó protagonismo en la cuarentena.
El rompecabezas recuperó protagonismo en la cuarentena.

La cuarentena es sin dudas el hecho que modificó nuestra vida cotidiana, para algunos esto fue algo positivo y para otros no tanto pero si es verdad que todos nos adaptamos a una realidad diferente. El día a día trajo esas cosas que ni siquiera se contemplan en un período de vacaciones, la convivencia aislada y obligatoria.

La familia Romero es un contexto típico de profesionales que viven en Corrientes, conformada por una pareja que supera los 40 años y tres hijos, el más grande termina de dejar la secundaria y transita sus primeros pasos universitarios, el segundo camina en forma áspera y sinuosa la adolescencia y una pequeña que tiene demasiadas ganas de ser estudiante de escuela primaria por más que todavía le quede un año de jardín.

Resucitaron viejos Compac Disc con películas viejas.
Resucitaron viejos Compac Disc con películas viejas.

La llegada del coronavirus hizo que se modificara el quehacer cotidiano, llevándolos a redescubrirse. La pequeña comparte más tiempo con sus hermanos y busca definirse entre chica ruda amante del rock que escucha su hermano mayor o ser una princesa al estilo Frozen. Mientras que el adolescente consume sus días en juegos de play interactuando con amigos y series de televisión. El mayor busca conectividad con el nuevo mundo universitario y sigue buceando en sus gustos musicales.

Los tres tienen que cumplir con sus obligaciones escolares y lo hacen durante las primeras horas del día. Las tardes noches suelen ser de encuentro familiar, donde el patio es el espacio propicio para el desafío de los juegos de cartas o enfrentamientos profundos de Tutti Frutti. Mientras el padre busca en la cocina una válvula de escape del ahogo que provoca el encierro.

El rompecabezas recuperó protagonismo en la cuarentena.
El rompecabezas recuperó protagonismo en la cuarentena.

La pareja tiene dos dinámicas, el padre sigue su trabajo cotidiano ya que su actividad se encuentra excluida y la madre intenta armonizar la cotidianeidad hogareña. Las disputas de quienes ejecutan los quehaceres diarios son las luchas que se viven en la casa, con la madre como gran jueza. El premio más importante que se disfruta es el poder hacer los mandados, donde la libertad se encuentra a tan solo 50 metros en el almacén del barrio.

El tercer día del encierro provocó que se encuentren objetos que habían quedado en el olvido, la princesa rescató trajes de sus cumpleaños anteriores mientras que los hermanos encontraron Compact Disc que en algún momento fueron películas a estrenarse. Los rompecabezas recuperaron vida y fueron un punto de encuentro de todos los integrantes de la familia.

La pequeña de la casa se adueña de los espacios.
La pequeña de la casa se adueña de los espacios.

La pareja se enfrentó a un nuevo desafío de convivencia, algo distinto e impensado. En los primeros días quisieron seguir con el ritmo cotidiano, pero el tiempo compartido los llevó a permitirse otras cosas como el disfrutar de mayores momentos de ocio, películas y series comunes.

Mientras los adultos intentan combinar urgencias con emergencias, se los observa repensando el futuro y lo que será el día después. Preocupados porque los hijos no se contagien de la paranoia colectiva pero entiendan la responsabilidad que requiere este tipo de momentos.