A poco más de 25 años de que la primera estrella despuntara en el escudo de Talleres, ahora bordará la segunda. Aquella obtención de la Copa Conmebol, de la mano de Ricardo Gareca, fue el primer lauro. Y el “Tigre” se asoció al festejo por esta consagración frente a River por la Supercopa Internacional.

“Mis felicitaciones a todo el cuerpo técnico, jugadores y dirigentes de Talleres porque le dieron una alegría enorme a toda la provincia de Córdoba. Siento una alegría inmensa”, remarcó Gareca, en una entrevista concedida a Súper Deportivo Radio.

Además, el actual entrenador de la Selección chilena, reveló que sus nietos, Benjamín y Felicita, son fanáticos de Talleres. Por lo que la victoria por penales ante River en Paraguay se festejó por parida doble en la familia.
EL TIGRE GARECA, DE LOS PREFERIDOS EN TALLERES
Ricardo Gareca asumió como técnico de Talleres por primera vez en 1996. Venía de dirigir a San Martín de Tucumán y sus primeros pasos fueron inseguros, y hasta casi se queda sin trabajo por la floja campaña en la Primera Nacional.

Pero llegó el primer hito en su gestión: goleada a Belgrano 5 a 0, para cortar en noviembre de ese año una paternidad de más de 15 años en los clásicos. Se fue a dirigir a Independiente y regresó, para completar un ciclo triunfal.

En 1998 Talleres derrotó a Belgrano por penales en la llamada “final del siglo”, para el ascenso a Primera. Y uno después, obtuvo la Copa Conmebol, en diciembre de 1999. Primer y hasta aquí único título de un club cordobés a nivel internacional.