El ministro de Salud, Diego Cardozo, encabezó este lunes la presentación del informe que analiza el efecto de la pandemia sobre la mortalidad global del coronavirus en la provincia de Córdoba, a través de una herramienta de vigilancia denominada “exceso de mortalidad”. Es útil como sistema de alerta temprana para vigilar la magnitud y la gravedad de los brotes de COVID-19.
Esta herramienta sirve para cuantificar el impacto que la pandemia COVID-19 tiene sobre los principales indicadores de mortalidad, y obtener un análisis diferenciado por grupo etario y sexo. “Nos permite reforzar las acciones de vigilancia y los cuidados de la salud en la provincia”, señaló Cardozo.
Las variables que se estudiaron fueron: número total de defunciones, número de defunciones por sexo, número de defunciones por edad y por sexo y edad. Estas fueron analizadas en tres períodos: el periodo completo correspondiente a las semanas epidemiológicas (SE) 1 hasta la 53, el período de la SE 11, que coincide con el inicio de la pandemia en la provincia, hasta la SE 53, y la etapa de la pandemia con mayor impacto sobre el sistema sanitario que corresponde con el período que va de la SE 38 hasta la SE 48.
En ese sentido, Gabriela Barbás, secretaria de Prevención y Promoción de la Salud, expresó: “Es muy importante conocer realmente cuál fue el impacto de la pandemia y cuando fue el exceso de mortalidad, ya que permite tomar decisiones, readecuar las estrategias y seguir avanzando en el contexto de pandemia”.
Respecto a los resultados, se puede observar que la provincia tuvo un exceso de mortalidad en todo el 2020 de 8,6 por ciento. Con una mayor proporción entre las semanas epidemiológicas de mayor impacto sobre el sistema sanitario -58,8 por ciento-; y un pico sobre la semana 43, donde se evidenció un exceso del 92 por ciento.
El estudio también abordó el impacto de la mortalidad en personas de 1 a 19 años, en este grupo etario se registró un 16 por ciento menos de fallecimientos durante el año 2020 en comparación con el promedio histórico del 2015 al 2019.
El estudio, que contó con el apoyo técnico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue realizado por el Ministerio de Salud, a través de la Secretaria de Prevención y Promoción de la Salud, la Dirección de Maternidad e Infancia, el Departamento de Estadística, el Área de Epidemiologia, el Registro Civil de la Provincia y el Departamento Unidades de Alto Riesgo (DUAR) de la Policía de Córdoba.
La metodología permite una estimación del número adicional de fallecimientos ocurridos en el marco de un evento de impacto socio-sanitario, comparado con el número de muertes esperadas, para un periodo y región definidas, considerándose para su cálculo a la totalidad de las causas de muerte y no sólo a algunas causas específicas.
