Con una carpa gigantesca y una estructura típica del circo tradicional, Flavio Mendoza apostó a la ciudad de Córdoba como escenario para sus espectáculos. En diciembre, rompió récords con Una mágica Navidad y desde enero despliega El Elegido, un show homenaje a su familia circense.
En esta ocasión, ya no se trata de un cuento infantil, sino una sucesión de escenas acrobáticas, bailes, música en vivo y hasta aquadance. Con el objetivo de contar la historia de sus antepasados y enviar un mensaje de esperanza a su hijo Dionisio, el coreógrafo creó una obra sensorial única.
EL CIRCO DE ÁNIMA DE FLAVIO MENDOZA: LA PUESTA EN ESCENA DE UN ESPECTÁCULO AVASALLANTE EN CÓRDOBA
Cuando se ingresa a la carpa, la música hindú y un par de acróbatas sobre el escenario recrean una atmósfera relajante, como para irse adentrando en lo que va a ser el show. Sin embargo, la apertura del espectáculo está a cargo de tres payasos, interpretados por Mauricio Trech, Román Rodríguez y Augusto Oxandabarat, quienes se roban risas y van hilando las distintas escenas de la obra. El tridente cuenta con un lenguaje gutural propio, que enganchan con un humor blanco. Con mucha gracia y soltura, interactúan con el público y lo hacen parte de sus “payasadas”.
Flavio aparece al inicio del espectáculo y en varios cuadros del cierre. Pero, desde el primero hasta el último salto, la destreza física y la fineza de los artistas dejan con la boca abierta a más de uno. Con movimientos espectaculares, vestuarios confeccionados en el exterior y en Argentina, maquillajes extravagantes y muchos brillos, cada escena es mejor que la anterior. Es una sorpresa tras otra.
Además del baile y las acrobacias, también hay música en vivo. A un costado de la escena, se instalan dos músicos, y sobre el escenario brillan algunos cantantes. Uno de ellos es Franco “Pasti” Friguglietti, quien reúne todas las características para ser un artista todo terreno: es un acróbata notable, un cantante magnífico e incluso se luce como guitarrista en un cuadro homenaje a Michael Jackson.
La música del espectáculo es clave para que sea una experiencia sensorial completa. Piel de gallina y euforia se combinan al disfrutar de cada melodía que encaja a la perfección con la escena.
FLAVIO MENDOZA EN CÓRDOBA: BRILLOS, MARIPOSAS Y DANZAS EN EL AIRE
Antes de ingresar a los cuadros de acrobacias aéreas, aparece algo que es sinónimo de Flavio Mendoza: el aquadance. El contorsionista Lautaro Russo se mete en una pequeña pileta que simula ser el abdomen de un elefante. Allí despliega una danza hipnotizante.
El espectáculo dura alrededor de dos horas y en medio, cuenta con una pequeña pausa para ir al baño o comprar algo para comer. Tras el intervalo, por obligación hay que levantar la mirada porque la acción se traslada a la parte superior de la carpa.
Con telas y trapecios, un grupo de artistas protagoniza cuadros de acrobacia aérea que finalizan en una red sostenida sobre el escenario, la cual los recibe al caer desde el techo de la carpa. La atrapante escena desata los aplausos del público en más de una ocasión.
Entremedio, una enorme cama elástica se convierte en el escenario para la continuidad de los saltos. También aparecen en escena zapateos y boleadoras, con un entretenido cuadro de malambo.
UN HOMENAJE A CINCO GENERACIONES CIRQUENCES: EL DETRÁS DEL SHOW DE FLAVIO MENDOZA EN CÓRDOBA
A lo largo del espectáculo, prácticamente no hay palabras, sino que el relato se va hilando en cada escena con la música, el baile y las acrobacias. Cada espectador puede darle su propia interpretación. Aunque, el show pareciera ser una suerte de relato bíblico: los orígenes de la vida y las adversidades de la misma hasta la llegada de El Elegido.
Más cerca del final, aparecen carritos de bebé en alusión al hijo de Flavio, Dionisio. Con un mensaje optimista y lleno de esperanza, se reproducen imágenes y videos del pequeño junto a su padre. El artista refiere la existencia de un mundo mejor, donde los sueños se hacen realidad.
El broche de oro lo protagoniza el mismo Flavio, con acrobacias sobre el aire. La despedida se hace en el escenario principal, que cuenta con una pasarela giratoria ocupada por los 35 artistas del show. El público se para y se funde en una gran ovación.
El Circo de Ánima presenta un universo de artistas con un talento de alto nivel y una producción que compite a nivel internacional. Sin dudas, Flavio Mendoza es la mente maestra detrás de todo un imperio artístico que se materializa en cada detalle, en cada melodía y en cada salto.
En Córdoba, más de 120.000 espectadores pasaron por la carpa circense en dos meses. Las funciones de El Elegido son de martes a domingos en dos horarios: a las 19 y a las 22. Las entradas van desde 10.000 pesos y se pueden conseguir en boletería (Avenida Colón 4800) o en la web https://www.circoanima.com.ar/.
