Susana Montoya fue encontrada sin vida en su casa de barrio Ampliación Poeta Lugones. El hallazgo lo hizo su hijo, Fernando Albareda, quien denunció que en la vivienda había casquillos de bala, signos nazi y carteles amenazantes. Tras investigaciones, el fiscal de la causa ordenó la detención del referente de HIJOS.
La autopsia de Montoya determinó que la mujer murió de traumatismo de cráneo, provocado por un fuerte golpe en la cabeza, combinado con una asfixia mecánica por estrangulamiento.
En el lugar del crimen, apareció un cartel que decía: “Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos “. El hecho provocó estremecimiento social, ya que Montoya era la viuda de Ricardo Fermín Albareda, un exsubcomisario secuestrado y desaparecido durante la última dictadura militar.
Incluso, en aquel momento, la agrupación HIJOS emitió un comunicado refiriéndose al crimen: “La Red Internacional de H.I.J.O.S. se ve obligada a alzar la voz ante los inadmisibles actos de violencia que ha vivido nuestro compañero Fernando Albareda, de H.I.J.O.S. Córdoba e hijo de Ricardo Fermín Albareda, secuestrado y desaparecido en 1979 a sus 37 años”.
Fernando Albareda, detenido por el crimen de su madre
El fiscal Juan Pablo Klinger ordenó la detención de Fernando Albareda, integrante de HIJOS, por el homicidio de su madre. “Se logró determinar (...) la identidad del autor de dicha muerte, Fernando Armando Albareda de 53 años -hijo de la víctima-”, asegura el comunicado de la fiscalía.
De esta manera, Albareda fue imputado y detenido como supuesto autor de Homicidio calificado por el vínculo. “Se ha llegado a la decisión comunicada, a partir de la incorporación de profusos y contundentes elementos probatorios”, profundizó.
Por otro lado, el Área de Grafocrítica de Policía Judicial estableció que los manuscritos en la pared de la vivienda de Susana “presentan grafocinetismos afines con algunos de los grafismos de los anónimos analizados con motivo de las Amenazas denunciadas el 8 de diciembre del año 2023 por el imputado”. Por lo que, las amenazas también serían de la autoría del acusado.
