En su fugaz paso por Córdoba, Claudio Tapia se dio tiempo para almorzar con directivos de los principales clubes de la ciudad. Andrés Fassi y el vice Rodrigo Escribano, por el lado de Talleres; Sergio Villella, vicepresidente de Belgrano, y Gastón Defagot, presidente de Instituto, compartieron la mesa con Chiqui y con Emeterio Farías, titular de la Liga Cordobesa y mentor de la visita.
“Los clubes de Córdoba están muy bien, con una buena administración”, destacó.
“Soy un convencido de que mientras más instituciones representativas haya, más atractivos serán los torneos. En este caso volvió Talleres después de mucho tiempo y eso debe servir de doble aprendizaje, porque tampoco hay que olvidar porque llegó hasta donde estaba”, reflexionó el presidente de AFA.
Cuando lo consultaron sobre el modelo Talleres, con un Fassi que pregona la profesionalización de las áreas y es proclive a la privatización de los clubes, opinó: “Cuando un club sube bien estructurado y no sólo por un éxito deportivo, tiene más posibilidades de quedarse en Primera y de realizar campañas auspiciosas”.
De todas maneras, se centró en la formación de juveniles. “Lo que más me interesa de los proyectos es que en un equipo de once, siete sean chicos formados en el club. El problemas es que nos enfocamos en ser campeones y descuidamos las Inferiores. En AFA nos estamos ocupando de eso, por primera vez en mucho tiempo cada una de las Selecciones juveniles tiene sus cuerpos técnicos conformados, cuando antes se improvisaba al momento de la competencia, y así nos iba. Ya tenemos frutos, como el título del Sub-15 sobre Brasil, que venía de ganar cinco veces el Sudamericano”, ponderó.
Devolución de gentilezas
En el almuerzo, Andrés Fassi le obsequió a Claudio Tapia la nueva casaca alternativa bordó con el nombre del presidente afista. Y recibió la diez de la Selección Argentina.
Más allá de la camaradería y de que un encuentro protocolar, Fassi y Talleres sostienen el reclamo por los 12 millones de pesos que le correspondían cuando ascendió.