El desesperado pedido de las calesitas de Córdoba para volver a trabajar

Hace siete meses que están sin trabajar. Aseguran que tienen un protocolo aprobado pero que no los dejan abrir.

La sortija sobrevive en muchas de ellas, y se mantienen como un gancho para sacar una vueltita más.
La sortija sobrevive en muchas de ellas, y se mantienen como un gancho para sacar una vueltita más.

En el contexto crítico por las medidas restrictivas para combatir al coronavirus en Córdoba, empleados y dueños de calesitas de la ciudad pidieron por el regreso de la actividad.

Las siete calesitas que están en las plazas de Córdoba se ubican en dos en el parque Sarmiento, Alberdi (en la Jerónimo del Barco), Alta Córdoba (Rivadavia), Yobre, San Vicente (Mariano Moreno) y Parque General Paz.

Aseguran que tienen un protocolo aprobado pero a pesar de que es una actividad al aire libre, todavía no los dejan trabajar.

"Esta situación nos afecta a todo el nucleo familiar, no solo en nuestra calesita sino al resto porque no hemos entrado en ninguna ayuda de asistencia como el IFE y el acceso a los créditos siempre fue difícil porque al depender de un ingreso diario, no se puede pagar fácilmente", dijo a la Nueva Mañana Eugenia Pfluge, quien está encargada de la calesita ubicada en Villa El Libertador.

Desde que comenzó la pandemia en Argentina tuvieron que cerrar y nunca más los dejaron abrir. Muchos de los trabajadores tuvieron que reconvertirse y salir a hacer changas para sobrevivir.

Sobre la habilitación Eugenia comentó: "El 30 de junio presentamos el protocolo con asesoramiento de un experto en Higiene y Seguridad, el mismo fue aprobado pero nos dijeron que no nos pueden habilitar".

"Queremos que nos consideren en las habilitaciones, estamos protocolizados pero nos siguen diciendo que no", asegura la joven. Además especificaron que al finalizar cada vuelta, se sanitizarán los espacios usados para volver a estar disponibles.

"En algunos barrios se habilitaron las ferias francas pero nosotros quedamos afuera también. La situación es difícil para nosotros, somos familiares que necesitamos trabajar", sentenció Eugenia.