El Abeto Velárdez es abuelo y quiere seguir jugando al fútbol

El recordado enganche de Racing de Nueva Italia y muchos equipos, a los 40 años, todavía tiene esperanzas de seguir tirando magia en una cancha.

Un Beto Velárdez pensante, como en la cancha.
Un Beto Velárdez pensante, como en la cancha.

Los últimos días de setiembre y el principio de octubre para Alberto Velárdez fueron de emociones fuertes. En el último día del noveno mes del año el Abeto, como le dicen desde niño o, simplemente el Beto, aquel enganche que brillara en Racing de Nueva Italia y en otros clubes, sufrió la pérdida de Miguel Marino, quien fuera una persona muy importante en sus inicios en el fútbol infantil.

Marino era como un padre para el Beto Velárdez y el futbolista lo despidió con sentidas palabras
Marino era como un padre para el Beto Velárdez y el futbolista lo despidió con sentidas palabras

Pero en el primer día de octubre, la familia Velárdez aún en tiempos de pandemia, tiene motivos para festejar. Es que Catalina, la nieta del enganche y Silvina su eterna esposa y compañera de vida, cumple un año.

"Así es la vida. La de don Marino, que era una persona maravillosa que nos entrenaba en Villa Urquiza y siempre me ayudó. Por ejemplo cuando no tenía botines o zapatillas, siempre estaba ayudándome. nunca me olvido de la gente que me ha ayudado. Se fue una gran persona", le contó el Abeto a Vía Córdoba.

El recuerdo de un Beto Velárdez en el fútbol infantil dirigido por Marino que era entrenador, vecino y encargado de que no les falte nada a sus chicos del equipo.
El recuerdo de un Beto Velárdez en el fútbol infantil dirigido por Marino que era entrenador, vecino y encargado de que no les falte nada a sus chicos del equipo.

Pero enseguida trata de darle paso a la alegría por el cumpleaños de la nieta. "Estamos muy babosos con Catalina. Estamos de festejo porque cumple su primer año y trataremos de celebrarlo como podamos", agregó.

Catalina, la nieta del Beto Velárdez cumplió un año y le da alegría a su abuelo y a toda la familia
Catalina, la nieta del Beto Velárdez cumplió un año y le da alegría a su abuelo y a toda la familia

Con la sonrisa y la amabilidad de siempre, Velárdez habla con toda naturalidad del momento personal que le toca vivir.

A principios de 2020, antes de la cuarentena y de que la pandemia lo cubra todo, el Beto había sido presentado como el refuerzo estelar del Sportivo Forchieri de Unquillo para jugar en la Liga del departamento Colón. Jugó un par de amistosos pero después tuvo que parar, como la mayoría de las actividades. "Estaba todo arreglado. La verdad, me pegó mal por lo de la pandemia. Porque me trataron como un rey en el club los dirigentes y jugadores. Un espectáculo", se lamentó Velárdez.

Pero, a pesar del parate y de los 40 años que tiene, el ex enganche de la Academia cordobesa sigue en movimiento. "Entreno por la tarde. Yo lo vivo mucho al entrenamiento pero me hace feliz entrenar", dijo el Abeto.

La sonrisa del Beto Velárdez sigue intacta y más cuando se pone la camiseta de Racing
La sonrisa del Beto Velárdez sigue intacta y más cuando se pone la camiseta de Racing

Durante el día, el enganche hace trabajos de jardinería y pintura. Velárdez sabe del sacrificio y, cuando vuelve a su casa en barrio Ampliación Vicor, lo reciben su mujer Silvina y sus hijas Morena, Josefina, Virginia y Valentina, la mamá de Catalina que es la mimada de la familia. "Siempre tratamos de ser buenas personas y eso es lo que le enseñamos a nuestras hijas. Tratamos de brindarles lo mejor", dijo el enganche al que se le iluminan los ojos cuando habla de sus hijas y de su nieta.

El Beto Velárdez posa con su familia en una foto de 2015 en su casa de barrio Ampliación Vicor de la ciudad de Córdoba
El Beto Velárdez posa con su familia en una foto de 2015 en su casa de barrio Ampliación Vicor de la ciudad de Córdoba

LOS BUENOS RECUERDOS. Velárdez sabe que, después de tantos años en el fútbol, los hinchas de los clubes por donde pasó lo recuerdan con mucho cariño. Surgido en Avellaneda y pasando por varios clubes de la Liga Cordobesa y del fútbol provincial y en algún club de otra provincia como Corrientes o Santa Fe, sin dudas que su mejor momento lo pasó con la camiseta albiceleste de Racing de Nueva Italia. "Sí, la gente me lo hace saber. El cariño de la gente de Racing es porque dejé algo en el fútbol, dejando mucho en el campo de juego", declaró con orgullo el enganche.

El punto máximo de su carrera fue el día de la final por el ascenso a la B Nacional en 2008 ante Atlético Tucumán. Ese día le anularon un gol legítimo al Beto que hubiera cambiado la historia del club y de él mismo. "Si, siempre recuerdo esa final. Nos robaron y hubiera sido distinto si ascendíamos ese día", recuerda siempre Velárdez.

El Beto ya mira de cerca el retiro. Pero, hasta que llegue el momento, se siente con ganas de jugar un tiempo más. "Éste iba ser mi último año. La pandemia no me va a retirar así nomás. Voy a terminar jugando cuando largue el fútbol de nuevo y después retirarme", prometió.

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cuando hacia dribbling y metía goleee

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A su edad y con su trayectoria, se siente referente. Y trata de aconsejar a los más jóvenes. "Los pibes siempre me preguntan por qué no llegue mas lejos. Le aconsejo a los chicos de hoy que, si tienes esa posibilidad, la aprovechen. Es para su futuro".

Cuando llegue el momento de colgar los botines, el Abeto Velárdez ya tiene pensado qué hacer. "Quiero empezar el curso de técnico. No me veo lejos del fútbol cuando me retire y me gustaría dirigir a algún equipo", es el deseo de Velárdez cuando decida dejar de desparramar talento dentro del campo de juego.