La Madre Catalina será proclamada beata el 25 de noviembre en la ciudad de Córdoba

La fundadora de la Congregación Esclavas del Corazón de Jesús tendrá su ceremonia de beatificación en nuestra ciudad.

Madre Catalina de María Rodríguez
Madre Catalina de María Rodríguez

La religiosa Madre Catalina de María Rodríguez, fundadora de la Congregación Esclavas del Corazón de Jesús, será proclamada beata el 25 de noviembre en la ciudad de Córdoba, informó el Vaticano a través de la Secretaría de Estado.

La ceremonia de beatificación de la religiosa que colaboró en la tarea evangelizadora que desplegó en las sierras cordobesas el Santo Cura Brochero será presidida por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal Angelo Amato.

La arquidiócesis de Córdoba confirmó este lunes que la Madre Catalina será beatificada el 25 de noviembre en la capital provincial, en una celebración litúrgica que se prevé multitudinaria. El 4 de mayo, el papa Francisco autorizó la promulgación del decreto que reconoce un "milagro" atribuido a la intercesión de la religiosa cordobesa, último paso para que fuera proclamada beata.

El milagro de la Madre Catalina

El "milagro" aprobado por el Papa tiene que ver con la curación de una mujer que sanó de una fuerte afección cardíaca, sin explicación científica. La mujer es tucumana y continúa con vida. La curación ocurrió hace 19 años y se trata de la madre de una empleada del colegio de las Esclavas en Tucumán.

Josefa Saturnina Rodríguez, luego Madre Catalina de María, nació en Córdoba el 27 de noviembre de 1823 y el 29 de septiembre de 1872 fundó en la provincia el instituto de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, dedicado a la educación y promoción de la mujer y atención de casas de ejercicios espirituales.

En 1877, invitada por el sacerdote José Gabriel Brochero, el "Cura Brochero", se instaló en Villa del Tránsito, Córdoba, y ambos tuvieron una misión fecunda en la Iglesia de fines del siglo XIX, sobre todo en la evangelización de las sierras cordobesas y la difusión de los ejercicios espirituales. La Madre Catalina murió el 5 de abril de 1896 en el atardecer de un domingo de Pascua y fue declarada venerable el 17 de diciembre de 1997 por el entonces papa Juan Pablo II.