San Antonio Arredondo: la iniciativa de un geriátrico para que los abuelos puedan ser visitados

[VIDEO] Tras setenta días de aislamiento, pudieron reencontrarse con sus familiares mediante un innovador sistema de visitas.

Iniciativa de un geriátrico de San Antonio de Arredondo. (Foto: ElDoce.tv).
Iniciativa de un geriátrico de San Antonio de Arredondo. (Foto: ElDoce.tv).

Una Residencia Geriátrica ubicada en San Antonio de Arredondo gestionó e implementó un innovador e interesante sistema para que los abuelos y abuelas del lugar puedan ser visitados sin descuidar las medidas de bioseguridad exigidas en el marco de este actual estado de pandemia de Covid-19.

Un informe de ElDoce.tv muestra cómo el lugar instaló y adecuó todo el sitio para que las familias de los residentes puedan asistir, mediante cabinas selladas, sistema de sonido, calefacción central, más todas y cada una de las medidas preventivas tanto al ingreso como al egreso del lugar.

"Los reencuentros fueron maravillosos, tanto para el lado de la familia como para ellos mismos. Son muchas personas, así que va a ser largo el sistema de visitas, porque por el momento contamos todos los días dos horas, quince minutos cada familiar (...) La verdad que verlos en una pantalla de celular era totalmente raro para ellos y desconocido, entonces lo evitaban o no se podían relacionar", contó una de las integrantes del equipo de la residencia a ElDoce.tv.

Cabe destacar que al ingresar, cada uno de los familiares debe pasar por un túnel sanitizante, para luego llegar a un sitio en donde se pueden lavar y desinfectar tanto las manos como el calzado. Y tras cumplir con cada una de estas indicaciones, los visitantes no ingresan a la residencia sino que ven y dialogan con sus abuelos mediante gabinetes dispuestos con paneles transparentes y mediante un eficiente sistema de sonido interno.

De esta forma, todos los abuelos y abuelas hospedados en el geriátrico que llevaban unos 70 días consecutivos de aislamiento, ya cuentan con la posibilidad de poder ser visitados por allegados y familiares, de volver a verles el rostro, compartir un momento de sus vidas, al menos, a través de un vidrio y ya no de una pantalla.