El crimen de Camila Borda conmovió a toda la ciudad bonaerense de Junín y sirvió para despertar a una vecina, que denunció que el presunto asesino había llamado días antes, mediante señas, a su hija de 3 para que fuera hasta su casa.
"Hace tres días vino la nena y me avisó que el hombre de enfrente la llamaba. 'Mamá, me llama', me dijo. Ahí le dije que se metiera para adentro y cuando yo salí a mirar vi que (Carlos) Varela ya se iba", contó Mayra en diálogo con C5N.
Además, la mujer agregó que a Varela "lo veía siempre poniendo alambrados y pintando postes", ya que trabajaba como casero de la quinta donde hallaron el cuerpo de Camila, aunque nunca hablo con él.
"Sentí algo muy feo, bronca por no haber hecho la denuncia, por no haber avisado, ya que capaz esto no hubiese ocurrido", aseguró Mayra tras conocer el desenlace fatal de la pequeña que había salido a comprar pan y nunca regresó a su casa.
En tanto que Romina, hermana de Mayra y quien fuese una de las personas que ingresó a la quinta cuando encontraron los restos de Camila, relató cómo fue que el descubrimiento.
"Éramos varios vecinos y dos efectivos policiales, abrimos el portón y nos metimos. Primero vemos que él (Varela) abre la ventana de arriba y mira. Cuando los oficiales le golpean la puerta, abre y se pone a hablar con la policía muy tranquilamente, con los brazos para atrás y mientras se hamacaba", señaló Romina al respecto.
Y agregó: "En eso nos metemos en la casa y una de las chicas entra y ve que está la bicicleta de la nena atrás de una escalera dentro de una habitación. El baño estaba arriba y yo subo las escalera atrás de un chico. Cuando entro para correr la cortina (de la ducha) la policía me saca, pero el muchacho que iba adelante la vio a Camila, Ahí nos agarró a todos un ataque de nervios y empezamos a destrozarle la casa".
Por último, indicó que "Varela solía estar sentado entre los árboles mirando hacia las dos casas vecinas".
