Hallaron sin vida los cuerpos de un niño y su padrastro que habían desaparecido en Merlo

El domingo por la mañana David Cid de 39 años y el hijo de su pareja, Owen Muzzopappa de 7 años fueron a pasar el día las Tosqueras ubicada en Pontevedra, partido de Merlo, donde solían ir a pescar. Sin embargo, no regresaron por lo cual la familia radicó la denuncia por la desaparición y comenzó la búsqueda que tuvo un fatal desenlace.

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Durante la madrugada de este martes, los buzos tácticos hallaron el cuerpo del pequeño sumergido en el agua en la zona de Claudio Debussy y Vega. Unas horas más tarde, durante esta mañana encontraron el cuerpo del padrastro.

Horas antes del hallazgo del cuerpo del niño, los efectivos de la policía habían encontrado en medio de un rastrillaje el barbijo del menor y el DNI de su padrastro, David Cid, un hombre de 39 años que permanecía desaparecido y finalmente fue hallado sin vida.

Ambos habían salido el domingo cerca de las 11 de la mañana de la casa que compartían con la mamá de Owen y sus hermanos ubicada en la Avenida Bella Vista al 4900 y mantuvieron un contacto fluido con su familia hasta las 15.30, cuando se les perdió el rastro.

Luego del hallazgo del cuerpo del niño, trascendió la información de que el pequeño no presentaba signos de violencia a simple vista, por lo que todo indica que fue víctima de un accidente.

Este martes se reanudaron los operativos para dar con David Cid, el padrastro que se encontraba desaparecido y fue encontrado a pocos metros de distancia del punto donde fue encontrado Owen. El hecho es investigado por el fiscal Mario Ferrario, de la UFI N°3 de Morón, y está caratulado como averiguación de las causales de muerte.

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El lugar en donde fue encontrado el cuerpo del pequeño ha sido bautizado por los vecinos de la zona como “La tosquera de la muerte” y, desde hace años, reclaman que sea tapada.

Desde el municipio de Merlo alertaron en 2019 que “el ingreso a ellas está prohibido y constituyen verdaderas trampas. Tienen paredes que se cortan a pique, profundidades que superan los 10 metros y corrientes que no se aprecian en superficie, que terminan succionando a las personas que ingresan”.

Además, la vegetación del lugar atrapa a quienes saben nadar, y deben enfrentar las bajas temperaturas de las aguas debido a los lagos que se forman en ellas y que, usualmente, están contaminadas con residuos.