Franco Quiroz, el jugador de Almagro que recibió hoy un balazo de goma durante los incidentes que se produjeron entre la barra del club y la policía en el partido ante Atlético Paraná, admitió que vivió "una desgracia con suerte" y que por poco el perdigón no le impactó en un ojo, lo que hubiese significado el final de su carrera.
"Fue una desgracia con suerte y todavía no tomé la dimensión de lo que pasó. Estuve a diez centímetros de perder mi carrera", señaló el jugador por Radio Continental.
"Le dije a la policía que pare de tirar y cuando me acerqué al alambrado a hablar con los hinchas empezaron a tirar otra vez y un perdigón me pegó en la cabeza. Me hicieron una placa y por suerte fue superficial el impacto", concluyó el jugador que tras las curaciones fue llevado a la seccional policial de la zona a brindar declaraciones.