Sergio Hernández, con vistas a la AmeriCup: "Cuando uno acepta que puede perder, se pone más ganador"

"Oveja" cree que no tenerle miedo al fracaso es el mayor legado de la Generación Dorada. En la previa al torneo continental, el DT de la Selección confía: Nuestra responsabilidad es formar una nueva camada. (De La Razón)

2016 Rio Olympics - Basketball - Preliminary - Men's Preliminary Round Group B Argentina v Brazil - Carioca Arena 1 - Rio de Janeiro, Brazil - 13/08/2016. Sergio Santos Hernandez (ARG) of Argentina gestures. REUTERS/Jim Young FOR EDITORIAL USE ONLY. NOT FOR SALE FOR MARKETING OR ADVERTISING CAMPAIGNS. rio de janeiro brasil sergio hernandez juegos olimpicos rio 2016 basquet basquetbolistas partido seleccion olimpica argentina brasil
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Por Pablo Gallardo

Entre los gloriosos recuerdos del pasado y la ilusión del futuro. Entre la semilla que plantó la Generación Dorada y los frutos que pretende recoger la nueva camada. Así está Sergio Hernández, que supo acompañar a los referentes y que intenta guiar a los jóvenes para que escriban su propia historia. De cara a la AmeriCup, en la que la Selección debutará el domingo contra Venezuela, Oveja se encuentra en el timón de un barco nuevo como nunca antes. A la aventura entonces...

¿Cómo se hace para desarrollar una nueva generación?

"Es importante que vayan a las mejores ligas del mundo o que sean protagonistas en Argentina, que es una muy buena liga también. Después, es clave empezar a crecer como camada. Por eso, por ejemplo, vino Juan Pablo Vaulet. Sabíamos que no iba a llegar (por lesión), pero estuvo bueno que compartiera los primeros días con su “familia”. Además del crecimiento individual, es importante la convivencia, porque muchos de los que están acá van a ser los jugadores de la Selección por diez años".

¿La AmeriCup será un buen ensayo para la ventana de noviembre (arrancará la clasificación al Mundial 2019)?

"Es un buen torneo y punto. Lo tenemos que empezar a querer porque es nuestro. Es verdad que ayuda a ir gestando equipos, pero si lo tomá- ramos como una base de operaciones para prepararnos para la ventana, no estarían citados los jugadores que disputan la NBA o la Euroliga, porque después no van a poder estar con nosotros. Nuestra responsabilidad es formar una nueva generación y este es un torneo ideal".

En ese sentido, es muy relevante que Scola esté en esta Selección...

"El rol de Luis fue importante cuando él era joven, así que imaginate ahora. Es un líder absolutamente positivo. Tiene mucha experiencia y excelentes hábitos de conducta profesional, de entrenamiento, de cuidado personal y de desarrollo de su intelecto. Está bueno que los demás vean que, además de ser un crack, ayuda con mucho trabajo".

¿Creés que está asegurada la transmisión del legado de la Generación Dorada?

"La mayoría ha tenido la posibilidad, aunque sea en rol de invitados, de compartir con esos jugadores en etapas anteriores. Y los que no, igual reciben ese legado de alguna manera. Después dependerá de cada uno. Los que tenemos más experiencia tratamos de transmitirles lo que nos dejaron: que más allá del talento, hay que agregarle mucho trabajo y, cuando estamos juntos, tratar de comportarnos como una familia, para transformarse en un gran equipo. Otro mensaje que también dio la Generación Dorada, sin querer, es no tenerle miedo al fracaso. Cuando uno acepta que puede perder, se pone más ganador. En la vida misma, el miedo a perder a veces no te deja ser todo lo bueno que podés".

¿Son inevitables las comparaciones?

"Es inevitable porque viene desde el exterior, de la gente y del periodismo. Lo importante es que construyan una autoestima alta, que sepan que cada uno tiene su propio perfil, su personalidad y su talento, para que se apoyen en eso".

¿Es diferente el trato con los jugadores nuevos?

"El trato es el mismo, con el respeto que se merece cualquier profesional, sea muy bueno, más o menos o una estrella mundial. Sí es diferente el mensaje. Con el grupo anterior teníamos un terreno ganado y podíamos empezar por otro lugar. En este tenés que empezar por donde Ginóbili y Scola arrancaron a fines de los ‘90. Porque todos ellos también fueron novatos y al principio les costó adaptarse por falta de roce. Acá es lo mismo. Hay que ir haciéndose camino al andar".