El ministro de Economía, Martín Guzmán, señaló que el Gobierno está evaluando "todas las opciones" respecto a la posibilidad de postergar el plazo que vence el próximo martes para que los acreedores definan si aceptan ingresar al canje de deuda y ratificó la decisión del país de encarar un nuevo acuerdo con el FMI que tendrá como premisa la idea de que "no hay estabilización posible sin recuperación económica".
"Estamos evaluando todas las opciones. Habíamos manifestado que estaba la idea de un período de suscripción más largo, que es simplemente una cuestión técnica. Ahora, la realidad es que no hay más en términos de lo que el país puede pagar año por año. Hemos hecho el máximo esfuerzo posible y una oferta que es definitiva sobre la base de ese esfuerzo", dijo el titular del Palacio de Hacienda en un reportaje con Página 12 publicado este domingo.
Al ser consultado sobre la diferencia económica que existe entre la propuesta argentina y la de los acreedores -estimada en alrededor de US$3 por casa US$100 de deuda- Guzmán sostuvo que "haber llegado a ese punto es por el esfuerzo grande que hizo Argentina. Y hay que entender qué quieren decir esos tres dólares. Estamos hablando de miles de millones de dólares en una situación de fragilidad y restricciones muy fuertes".
"Y seguir cediendo implicaría redefinir prioridades. Como, por ejemplo, tener que hacer ajustes sobre gastos que son esenciales en Argentina. Inclusive tener que ajustar en jubilaciones, que implicaría una tensión sobre las reservas internacionales del país que generaría más inestabilidad cambiaria. Así que, en ese sentido, hay una decisión tomada, y es que Argentina no tiene la capacidad de poder ofrecer más de lo que ofreció", remarcó.
"La oferta está vigente y los acreedores tienen tiempo de aceptar. Es su decisión sacar al país de una situación de default en la que ya está de forma concreta desde finales de abril de 2018", subrayó.
Guzmán sostuvo que -en términos económicos- "no vamos a ofrecer más" y que "si no hay acuerdo sobre esta propuesta el camino es otro. En ese caso, lo que haríamos es retomar el programa con el Fondo Monetario Internacional pero en las condiciones que necesitamos tener".
"Argentina no tiene la capacidad de pagarle al FMI en los tiempos previstos en el anterior programa. Obviamente, lo que eso implicaría es que tome más tiempo la reestructuración, pero también daría lugar a una reestructuración más profunda. Es iluso suponer que más adelante podamos ofrecerle más", agregó.
Este nuevo esquema, según el ministro, representará que de no mediar un acuerdo con los acreedores, "Argentina se mueva más hacia el acuerdo con el FMI y más adelante, dentro de seis u ocho meses aproximadamente, vuelva a hacer un replanteo con los sectores privados".
El nuevo entendimiento que Argentina buscará negociar con el FMI partirá de la premisa de que "no hay estabilización posible sin recuperación económica. Y para estabilizar la economía, hay que dejarla crecer. Esto significa que no hay lugar para un esquema de política monetaria contractiva en un contexto de recesión, como ocurrió con el programa stand by del año 2018. Y las políticas, está claro que las decidiremos nosotros", enfatizó el ministro.