Dos episodios de racismo contra ciudadanos afroamericanos tuvieron lugar en Estados Unidos en tan solo 24 horas, las imágenes de ambos casos se viralizaron y el repudio fue generalizado. Uno de ellos provocó la muerte de George Floyd. Hubo protestas y figuras como el basquetbolista LeBron James expresaron su indignación.
El primero sucedió el lunes por la noche en Minneapolis, Minnesota, donde una mujer filmó el arresto de George Floyd, de 40 años, y lo emitió en directo por Facebook Live. En las imágenes, se ve como un policía blanco mantiene a Floyd boca abajo contra el suelo, apretándole el cuello con una rodilla.
El detenido se queja, asegura que no puede respirar, mientras los testigos señalan que está sangrando por la nariz, y piden que lo suelten. A los pocos minutos, Floyd queda inconsciente. "Ya no respira, ya no se mueve, tome su pulso", grita uno de los presentes.
El hombre fue llevado al hospital, pero falleció poco después. Un portavoz de la policía afirmó que se había resistido al arresto por un delito de falsificación, pero la familia de Floyd y los testigos denuncian que hubo un un uso "excesivo e inhumano" de la fuerza.
"Los cuatro agentes de la policía de Minneapolis implicados en la muerte de George Floyd han sido despedidos", tuiteó el alcalde de la ciudad, Jacob Frey. "Ser negro en Estados Unidos no debería ser una condena a muerte", declaró además. En tanto, el jefe de la policía local indicó que el FBI abrirá una investigación.
Miles de personas salieron a las calles de Minneapolis a protestar por el crimen, y muchos se reunieron en el lugar de los hechos, donde dejaron flores y se expresaron en contra de la violencia policial racista. Efectivos antidisturbios dispersaron a los manifestantes con gases lacrimógeno.
El basquetbolista Lebron James, de Los Angeles Lakers, fue uno de los que repudió el asesinato de Floyd: "¿Entienden ahora por qué era esto? ¿O lo siguen viendo borroso?", escribió, junto a la imagen del policía encima de Floyd y la del jugador de la NFL, Colin Kaepernick, cuando apoyaba su rodilla derecha en la previa a los encuentros en señal de protesta contra los abusos policiales.
Por otra parte, el afroamericano Christian Cooper caminaba el fin de semana por el Central Park de Nueva York, cuando le pidió a una mujer que le pusiera una correa a su perro, tal como establecen las reglas del lugar. Amy Cooper (sin parentesco con el hombre), se puso a gritar y lo amenazó con llamar a la policía: "Les voy a decir que hay un hombre afroamericano lanzándome amenazas de muerte", advirtió.
"Estoy en el Ramble y hay un hombre afroamericano con un casco de bicicleta que me está grabando y amenazándome a mí y a mi perro", dijo la mujer al llamar a la policía. El hombre grabó todo con su teléfono y su hermana lo publicó en Twitter.
Las imágenes provocaron indignación en las redes sociales, y hasta el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, condenó el proceder de la mujer: "Llamó a la policía PORQUE era un hombre negro. A pesar de que ella rompió las reglas. Decidió que él era el criminal y sabemos por qué. Este tipo de odio no tiene lugar en nuestra ciudad", señaló en Twitter.
Luego de que el video se volviera viral, la mujer pidió disculpas ante la prensa: "No soy racista, no pretendía dañar a aquel hombre de ninguna manera, simplemente tenía miedo", afirmó. Cooper fue despedida de Franklin Templeton, la empresa en la que trabajaba. "No toleramos racismo de ningún tipo", informaron desde la compañía a través de Twitter.
Fuentes: Télam, EFE y AFP.
