El número de espermatozoides que producen los hombres occidentales es cada vez menor, según revela un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén publicado en la revista "Human Reproduction Update".
Así, entre 1973 y 2011, el número de espermatozoides por milímetro de esperma en los hombres de países occidentales disminuyó un 52,4 por ciento. Y en el caso del número de espermatozoides por eyaculación, el retroceso es aún mayor: un 59,3 por ciento.
"Ante la importancia de los espermatozoides para la fertilidad masculina y la salud, este estudio supone una urgente llamada de atención para investigadores y autoridades sanitarias de todo el mundo", señala el director de la investigación, Hagai Levine, en un comunicado.
No obstante, según apunta Artur Mayerhofer, del centro de biomedicina de la Universidad Ludwig Maximilians en Múnich, el estudio no analiza características de los espermatozoides como su movilidad ni posibles cambios morfológicos.
"Por tanto, no está claro que a la luz de los datos se pueda deducir que los hombres son realmente menos fértiles", añade este experto no implicado en el estudio.
Con todo, añade, la reducción del número de espermatozoides es sólo la punta del iceberg, pues la investigación apunta una tendencia hacia problemas como el aumento de tumores en los testículos, criptorquidia o morbilidad y mortalidad general.
El equipo de expertos liderado por Levine analizó 7.518 estudios con información sobre el número de espermatozoides procedentes de dos bases de datos. Después, siguiendo unas estrictas normas de selección, descartaron algunos -por ejemplo hombres con enfermedades crónicas- hasta quedarse con 244 mediciones de espermatozoides de 185 estudios en los que habían participado unos 43.000 hombres.
Después, dividieron a los hombres en dos regiones: con estilo de vida occidental (Norteamérica, Europa, Australia y Nueva Zelanda) y el resto del mundo, principalmente Asia, África y Sudamérica. De esta última zona procedían el 28 por ciento de las mediciones.
Según la media estadística, el número de espermatozoides por milímetro de esperma en el caso de los hombres occidentales disminuyó en torno a un 1,4 por ciento anual entre 1973 y 2011. Y el retroceso en la cifra por eyaculación fue de un 1,6 por ciento.