Fernando Saccone es psicólogo deportivo y autor del libro Rugby mental. Radiografía psicológica del juego y su entorno. Durante años jugó al rugby en el club Champagnat y asesoró a la Unión Argentina de Rugby (UAR). Por lo tanto, representa una de las voces idóneas para referirse al brutal crimen de Fernando Báez Sosa, en manos de una patota de rugbiers.
El periodista Alejandro Czerwacki, del diario Clarín, conversó a fondo con el especialista, quien brindó definiciones sobre el deporte, la mentalidad de masas, la educación de los jóvenes y cuestiones como la inclusión. A continuación, rescatamos algunos extractos de la entrevista.
Saccone aclara que no todos los individuos que ingresan al deporte son iguales, ni adquieren las mismas características. A la vez, resalta la potencialidad negativa del accionar en grupo y la necesidad de una atenta mirada adulta para detectar los problemas.
"Hay que tener en cuenta el carácter del jugador, que se desarrolla en etapas tempranas, cuando están en infantiles y juveniles y trabajar con sus entrenadores. La clave pasa por detectar al líder sano. Esto que pasó en Villa Gesell tiene que ver con un tema de liderazgo, el actuar en manada detrás de un líder negativo, los demás que lo siguen que son como sublíderes y el resto que no se anima a decir que no porque tienen temor. Es algo que tiene que ver con psicología de masas", resumió. Y apuntó a la prevención.
En este sentido, el experto alertó que, seguramente, los diez acusados por el crimen tuvieron episodios violentos anteriores, pero no fueron sancionados. Lo importante, para él, no es únicamente el accionar del club, sino que apuntar a los primeros lugares de formación de sociabilidad: la familia, la escuela y otras instituciones. Ante el déficit en estos ámbitos, nota que los entrenadores de hoy "tienen que saber más de pedagogía, que sobre deporte".
Consultado por Czerwacki por el tema de los "rituales de iniciación", que tomaron luz pública recientemente, Saccone explicó que cuando un ritual "deja de ser sano", se convierte en un acontecimiento "machista donde todo es violencia". Es decir, cuando estos momentos dejan de ser una celebración del paso de una etapa a otra e involucran a líderes negativos y acciones nocivas, surge el problema.
Su deducción es que muchas veces los jóvenes son inscritos en los clubes "porque los padres no tienen tiempo de hacerse cargo", algo que los chicos no pueden obviar. "Piden a gritos atención y los entrenadores brindan deporte. La sociedad está cada vez más informada pero menos formada", remató.
