El curioso caso de una nena de dos años que aparenta físicamente tener 80

Se trata de una enfermedad que simula ser la de la conocida película "Benjamin Button"

A lo largo de esta semana trascendió a través de distintos medios de comunicación una noticia que dejó paralizado a todos los que al ver la película de "El curioso caso de Benjamin Button" pensaron que algo así no ocurriría nunca. Equivocados y anonadados, se enfrentaron a la realidad de una niña de a penas dos años que aparenta tener ochenta.

Se trata de Isla Kilpatrick-Screaton, una pequeña de dos años que nació en Leicester, Inglaterra, y al ver su rostro, parece de una niña más grande, tanto que aparenta ser una mujer mayor de edad.

Según especialistas que han analizado el caso, se trata de una enfermedad que produce que sus células envejecen más rápido de lo normal, tal como el caso de la conocida película que protagonizó Brad Pitt, "El curioso caso de Benjamin Button".

Isla Kilpatrick-Screaton sufre de displasia mandibuloacral, que causa el deterioro de las células y la ha dejado con una afección cardíaca y vías respiratorias muy estrechas. Ante esto, los padres de la pequeña confesaron que al hacerle los estudios a la niña, el consultor genético dijo que "Isla es la única en el mundo que tiene este particular gen que causa la mutación".

Ante semejante noticia, la madre de la niña, Stacey, tuvo que abandonar trabajo para cuidarla. "No pueden decirnos cómo va a progresar. Nadie más tiene la mutación del gen que causa esta deficiencia. Solo parece haber siete ejemplos en la literatura médica de displasia mandibuloacral, pero ninguno de ellos es esta mutación en particular", aseguró la mujer según informó Clarín. 

Por su parte, ni bien nación, Isla, casi se asfixió en un hospital, por lo que actualmente la niña cuenta con un tubo de 2,5 mm en la garganta llamado traqueotomía y gastrostomías para permitirle alimentarse con leche alta en calorías y pequeños alimentos sólidos.

El padre de la niña también contó: "Nos dijeron que su condición no limita la vida, pero no lo sabemos con certeza ya que su caso es único. Nos dejaron en la oscuridad de alguna manera. Nos dijeron que hay dos tipos de displasia mandibuloacral: A o B, pero Isla no cae en ninguna de estas categorías, por lo que no sabemos del todo dónde estamos parados. Realmente no hay ningún soporte disponible, así que lo tomamos día a día".

No obstante, a pesar de su realidad y la enfermedad que la limita, la niña aprendió a vivir con esto y según reveló la madre, "ella es feliz": "Isla se hace entender mediante señas y es muy inteligente. Es muy expresiva y comunicativa con nosotros y con Paige (su hermana mayor de 7 años). No puede llorar, así que cuando duerme está conectada a un monitor cardíaco y suena una alarma cuando se despierta".