Evo Morales convocó a la oposición al diálogo para "pacificar" Bolivia pero Mesa lo rechazó

Llamó a cuatro partidos políticos a dialogar, acompañados por la OEA y la ONU. Pero el líder de la oposición lo rechazó.

(AP Photo/Juan Karita)
(AP Photo/Juan Karita)

El presidente boliviano, Evo Morales, convocó este sábado a dialogar a los partidos políticos opositores pero recibió el rechazo de Carlos Mesa, en medio de un clima de extrema tensión tras motines policiales y protestas en demanda de su renuncia.

"Convoco con una agenda abierta para pacificar Bolivia. Convoco de manera urgente, inmediata, después de esta rueda de prensa", dijo el mandatario y remarcó que la convocatoria apunta a "los partidos que han obtenido asambleístas en las últimas elecciones nacionales, son cuatro partidos".

Morales habló desde el Hangar Presidencial de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) en El Alto.
Morales habló desde el Hangar Presidencial de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) en El Alto.

Morales invitó a acompañar el diálogo a la ONU y la OEA, así como a las iglesias, pero excluyó de su invitación al diálogo a los comités cívicos, encabezados por Luis Fernando Camacho, promotores de las multitudinarias protestas y paros de las últimas dos semanas.

Inmediatamente, los líderes opositores rechazaron la propuesta. "No tengo nada que negociar con Evo Morales y su gobierno", dijo el expresidente Mesa, líder de Comunidad Ciudadana, uno de los cuatro partidos convocados.

"No nos endilgue una responsabilidad que no nos corresponde, una negociación que no es pertinente", insistió el opositor, para exigir a Morales que renuncie y se convoquen nuevas elecciones.

Estuvo acompañado por su vicepresidente, Alvaro Garcia Linera. (Foto:AP/Juan Karita)
Estuvo acompañado por su vicepresidente, Alvaro Garcia Linera. (Foto:AP/Juan Karita)

También el dirigente Rubén Costas, del partido Bolivia Dijo No, declinó la invitación. Los otros dos partidos convocados son el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y el opositor Partido Demócrata Cristiano.

La tensión en Bolivia continúa desde los comicios del 20 de octubre, cuando el Tribunal Supremo Electoral proclamó ganador a Morales con 47,08% sobre 36,51% de Mesa, suficiente para su triunfo en primera vuelta, aunque el día de las elecciones había cerrado el escrutinio anticipando un balotaje.