Las mujeres pagan hasta un 15% más que los hombres por el mismo producto

Es un claro impuesto de género, denuncian desde el Centro de Educación al Consumidor. 

(Archivo)
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En años en los que el feminismo apenas asomaba, el mensaje era contundente: mujeres bellas y elegantes a cualquier costo. Pero la cultura fue cambiando y al conciencia social maduró, por lo que hoy las desigualdades y las injusticias ya son difíciles de disfrazar.

Ni una Menos cambió la historia. Este movimiento está ayudando a combatir estándares prestablecidos, tocando los cimientos de la sociedad. Pero eso, al menos por ahora, parece no hacer mella en las góndolas.

Al entrar a un supermercado, una mujer sabe que va a gastar más que un hombre: el culpable es el injusto "impuesto al género", debido a que un mismo producto como una maquinita de afeitar tiene dos valores distintos, dependiendo de si el color es rosa o azul.

Estudios de mercado indican que las mujeres terminan pagando hasta un 15% más que los hombres. Y esto se observa desde productos de perfumería o belleza hasta la indumentaria, en cualquier clase de comercio.

La presidenta del Centro de Educación al Consumidor (CEC), Susana Andrada, dijo a este medio que este es un problema muy vigente, sobre todo en los centros comerciales, y agregó que es necesario combatirlo en este contexto de lucha femenina.

La presidenta del Centro de Educación al Consumidor (CEC), Susana Andrada.
La presidenta del Centro de Educación al Consumidor (CEC), Susana Andrada.

- ¿De qué se trata el impuesto de género?

- Se trata de estigmatizar la inteligencia femenina, toman a la mujer como una persona que va a responder a los patrones de belleza, a lo que una sociedad de consumo quiere, a una necesidad de canalizar todas sus necesidades a través del consumo. Es muy bueno hablarlo en este contexto, en el que las mujeres tienen que tomar otro protagonismo con respecto al consumo.

- ¿En qué se ve puntualmente?

- Desde la ropa hasta los alimentos o los artículos de perfumería o belleza, ahí se ve el absurdo. Una maquinita de afeitar, por ser rosa, es más cara; lo mismo con un perfume o desodorante. También, en la forma en la que están distribuidos los productos en los supermercados. Significa que hay que pagar cualquier precio con tal de verse bella.

- ¿Qué propuestas tienen contra estos hábitos?

- Nos interesa mucho el tema y a futuro analizaremos algún proyecto para que no seamos manipuladas por el mercado y pagar un extra por el hecho de ser mujeres.

- ¿En qué rubro es más notorio?

- En un shopping se ve muy claro, el 60 por ciento está dirigido al consumo femenino. La ropa de hombre está en los pisos superiores, el primer lugar lo ocupa el consumo femenino. El concepto que nos quieren trasladar es que cuando más consumís, más linda sos; al hombre no necesitan decirle eso.

Por la corresponsalía de Buenos Aires.