En enero de 2016, un remisero de 45 años, Hugo Villarreal, desapareció tras participar del cumpleaños de su madre y retirarse en su motocicleta.
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Tras varios días de búsqueda, su cadáver fue hallado en una zona rural camino a La Paisanita. Tenía varias heridas con un arma blanca, aunque una en el tórax fue la causante de su muerte, según arrojó en su momento la autopsia.
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Poco después, la Policía detuvo al presunto asesino: Jonathan Peironele cayó en Laguna Larga y fue imputado por supuesto "homicidio criminis causae", que implica que asesinó para ocultar otro delito o lograr su impunidad: por ejemplo, evitar que lo denuncien.
Con esa acusación (que contempla la prisión perpetua) llegó a juicio Peironele en la Cámara Segunda del Crimen de Córdoba. Sin embargo, a la hora del fallo los jueces lo sentenciaron por "homicidio simple" y le impusieron 13 años de cárcel, consignó Redacción Alta Gracia.
La familia Villarreal no quedó conforme con la sentencia.
Al parecer, víctima y victimario tenían una relación sentimental. En la casa de éste se secuestró el celular del remisero.
