Después del intenso operativo de búsqueda y rastrillaje en el que participaron la División Lacustre y Fluvial, Bomberos, Canes y efectivos de seguridad para dar con el paradero de un niño de diez años que cayó al Río Arenales, llegó la peor noticia.
Un grupo de pescadores avistó el cuerpo del pequeño a la altura del vertedero San Javier, cerca de la finca Lávaque, e inmediatamente dio aviso a las autoridades. Cuando los efectivos llegaron al lugar del hallazgo, los restos del niño se habían hundido nuevamente, por lo que se trabaja en un operativo para poder recuperarlo.
Según trascendió, el niño de 10 años se encontraba pescando con sus amigos en la tarde de este sábado a orillas del Río Arenales, a la altura del cerro Bola, cuando cayó al río y fue arrastrado por la corriente.