Diputada salteña fue madre a los 43 y no se pidió licencia

La pandemia por coronavirus significó un cambio drástico en la vida de todas las personas, llevándose consigo a familiares, amigos y conocidos. Entre tanta tragedia y preocupación, surgen historias que invitan a seguir creyendo que las cosas pueden mejorar.

Es así el caso de la diputada provincial Laura Cartuccia, una mujer de 43 años que hace 20 que vive en Salta. Llegó a la provincia luego de recibirse para concretar su residencia en el hospital San Bernardo, y en el 2007 conoció a su pareja, Carlos Vargas.

Como cuenta en Salta 4400, buscaban un embarazo desde su casamiento, pero no ocurría. Justo antes de oficializarse la pandemia, sin embargo, recibió la gran noticia. "Cuando fui a hacerme el control y me pidieron los análisis me llamo mi ginecóloga. Ella me dijo que estaba embaraza. Yo al principio no le creí, le dije que me dijera la verdad", contó emocionada. "Y no, me confirmó que estaba embarazada y fue una hermosa noticia".

"Dios hace las cosas en el momento justo y adecuado, cuando él considera que es el momento siempre está.​

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Esperó a los tres meses para contarlo, manteniendo los controles y, finalmente, Bautista nació por cesárea en plena pandemia. No todo fue tranquilo: aunque tuvo un embarazo "soñado", sufrió mucha preocupación pues durante la pandemia se suspendieron los controles médicos, por lo que continuó manteniendo el contacto con su ginecóloga por teléfono.

El miedo por el contagio también acompañó: "Me preocupó mucho al momento de internarme, al momento de concurrir a un control, de pensar cómo va a estar todo. Mi preocupación era que él esté bien y los dos estuviéramos bien para que ninguno esté aislado". Laura nunca se pidió la licencia, mantuvo su labor constantemente hasta el 13 aunque la cesárea fuera el 14, y esta semana reinició sus actividades.

Laura es una madre que se desvive por Bautista, y agradece también que su pareja, Carlos es un padre muy presente que la ayuda también a la noche. Ambos viven minuto a minuto la experiencia de ser padres juntos, acompañando a su hijo que es, también, por el momento el único sobrino de la familia. Finalizó sosteniendo que "Dios hace las cosas en el momento justo y adecuado, cuando él considera que es el momento siempre está. Así que sí creo que es un milagro".