Cuando Ashley Adkins, una enfermera del hospital Banner Desert Medical Center en la localidad de Mesa, Arizona, compartió en su cuenta de Facebook una fotografía suya junto a 15 de sus compañeras de la unidad de terapia intensiva nunca imaginó que su caso recorrería el mundo.
Y es que en la imagen se la podía ver posando frente a la cámara junto a sus colegas, todas embarazadas como ella.
Aunque las fechas de parto varían -van de octubre de este año a marzo del que viene-, nadie puede dudar de que la dulce espera ha encontrado a este grupo de mujeres más que acompañadas.
En cuanto el caso tomó notoriedad, el hospital organizó una conferencia de prensa y fue ahí donde las protagonistas de esta historia insólita salieron por primera vez a aventurar hipótesis en público sobre el inesperado baby boom. Algunas bromearon y adjudicaron su embarazo colectivo al agua del lugar, y otras al hecho de haberse tomado vacaciones por la misma fecha.
“Es como si tuviéramos algún tipo de pacto”, dijo Rochelle Sherman, una de las enfermeras que se encuentra más próxima a parir, en este encuentro con los medios.
Pero aunque ahora la situación que vive la institución parece completamente normal, en un primer momento las enfermeras tardaron en convencerse de que esto fuera posible.
“Primero anuncié que estaba embarazada, y después otra chica hizo lo mismo, y después otra, y otra, y así sucesivamente”, explicaba Ashley sobre el momento en el que se dio cuenta de que sus compañeras también esperaban un bebé.
Mientras que las autoridades del hospital del que todos hablaban en 2018, cuando se dio a conocer el caso, buscaban la manera de reemplazar a tiempo a las 16 enfermeras embarazadas -un 10% del total de los empleados de la unidad a la que pertenecen-, las futuras madres ya organizaban los tradicionales baby shower.
