Parte de las estrategias de una dieta holística y sana son ya conocidas por todos: hacer actividades físicas, evitar alimentos poco nutritivos y muy calóricos, cuidar las cantidades durante las comidas, por ejemplo. Pero hay algunos trucos interesantes que aún no son tan difundidos y pueden dar buenos resultados.
Comer seguido
El metabolismo precisa mantenerse activo para no retener líquidos, grasa y calorías. Con las dietas restrictivas, bajar de peso cuesta mucho más. Por eso se recomienda comer cinco veces al día: desayuno, una colación, el almuerzo, otra colación y una cena liviana. Controlando el tamaño de las raciones, el cuerpo va a quemar calorías. Al saltearse las comidas, lo primero que ocurre es que sentimos hambre, lo que frena el metabolismo. Para las colaciones una buena opción son los frutos secos naturales, una fruta fresca, un yogur descremado, una galletita de arroz, una lata de atún, algo de fiambre e incluso una porción de chocolate amargo.
Desayunar bien
La primera comida del día es fundamental porque pone en funcionamiento el metabolismo, brinda las energías para comenzar el día y sirve para regular el apetito hasta el mediodía. Tiene que tener carbohidratos saludables, como pan o cereal. Todo sin azúcar ni grasas agregadas. Además, tomar un jugo natural o una fruta fresca es una excelente opción. También algún lácteo descremado o vegetal y café o té. Las proteínas sanas, como jamón o huevo y alguna grasa saludable, como aceite de oliva son buenas posibilidades para el desayuno.
No eliminar los hidratos
El exceso de peso nunca se debe a comer legumbres, cereales, pan y pasta integral. Lo peligroso son los productos del kiosco, el pan lactal, los snacks. Por eso es importante la ingesta de pasta, arroz o legumbres tres veces por semana, sobre todo los días de mayor ejercicio. No son convenientes los hidratos de carbono por la noche.
Cocinar
La mejor manera de saber qué comemos es preparando la comida personalmente. El tupper al salir y las invitaciones a comer a casa son un gran aliado en este sentido. Es la mejor manera de comer sano, fresco y sin tanta grasa. Se deben probar nuevas frutas y verduras y descubrir alimentos desconocidos. Esto es clave para manejar las cantidades y tener conciencia plena de lo que se consume.
Hacer ejercicio
Fundamental, pero no hay que pensar solamente en ir al gimnasio o salir a correr con un personal trainer. Se trata de tener actitudes activas. Ir caminando al trabajo, elegir la bicicleta, usar las escaleras en lugar del ascensor y siempre ayuda estar tonificado.
