“No sabemos nada”, a un mes del crimen de Candelaria en Rosario, su familia realizará una misa en su nombre

Se cumple un mes de la muerte de Candelaria, la pequeña rosarina que murió luego de ser alcanzada por una bala perdida en los festejos de Navidad; para que el caso no quede en el olvido y se haga justicia, la madre de la niña de 5 años organizó una misa en su memoria para el miércoles 25 de enero.

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“La estamos pasando pésimo”, reconoce Micaela, madre de la menor, en diálogo con De 12 a 14; y al ser consultada por avances en la causa remarcó que no hay ningún detenido y que “se contactó con nosotros la doctora Fabro y más o menos nos encaminó como iba la causa, pero por el momento no hay nada. No sabemos nada”.

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Al mismo tiempo, confesó que “no tener novedades y que la causa no avance, es desesperante”. Para que el caso no se olvide, la familia organizó una misa en honor a Candelaria, “el tema de marchas todavía no lo pensamos”, señaló. La ceremonia va a ser en la iglesia San Cayetano el miércoles a las 19.30 horas.

“Es duro, es reciente. Pero hay que seguir por ella. Tenemos muy presente cada minuto de ese día. No nos queda otra que seguir. Solo disfruté 5 años de Cande. Espero que se tome conciencia para otros años”, sostuvo muy dolida Micaela.

¿CÓMO FUE EL HECHO QUE TERMINÓ CON LA PEQUEÑA CANDELARIA MUERTA?

Pasada la medianoche del sábado 24 de diciembre, Candelaria y su familia salieron a festejar Navidad en la vereda de su domicilio, en la zona de Iriondo al 3900, barrio Alvear. Entre los ruidos de la pirotecnia nadie advirtió el sonido particular de un arma de fuego; por eso cuando su tío la vio en el suelo lo primero que pensó fue que se había tropezado.

Fue cuando quiso levantarla que se dio cuenta de que la nena estaba bañada de sangre. La llevaron de urgencia al Sanatorio de la Mujer y allí detectaron que era una herida de bala en la cabeza y que había ingresado con muerte cerebral. Con un cuadro completamente irreversible, los padres de Candelaria hicieron de la tragedia un acto de amor y donaron los órganos.

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El hecho produjo bronca y congoja en el barrio, que aún busca al responsable de este crimen absurdo. “Hoy nos toca despedirte, nuestra dulce Cande. Hay muchas preguntas en nuestra cabeza y no podemos responder el por qué. Simplemente, recordar todos los momentos compartidos, el verte crecer desde tan pequeñita hasta que cumpliste tus 5 añitos”, publicaron desde la cuenta del jardín de infantes Sapo Pepe al que la chiquita asistía.