La demora del juicio por el femicidio de Verónica Soulé en el centro de la provincia de Santa Fe derivó en una fuerte denuncia de su madre. La mujer afirma que lleva dos años sin ver a sus nietos, que quedaron a cargo de la familia del presunto autor del crimen en Casas.
A la espera del debate oral y público sobre el asesinato en la localidad ubicada 120 kilómetros al norte de Rosario, Graciela Ríos todavía no pudo contactarse con los niños. “Los apartaron y les bloquearon los teléfonos”, aseguró sobre la conducta de los padres de Lisandro Cabral.
La madre de Soulé aseguró que su familia está “destruida” ante la situación. Su hija falleció el 23 de marzo de 2020 por quemaduras en el 88 % del cuerpo.
El único imputado se encuentra preso como autor del femicidio en el departamento San Martín. El juicio debía comenzar este lunes, pero se suspendió sin nueva fecha de inicio.
Mientras tanto, Ríos detalló que sus nietos ya tienen 10 y 13 años. Sin embargo, todavía no pudo revincularse. Al respecto, recordó que su hija le había advertido sobre un problema similar. “Cuando la llevé herida a atenderse, ella me decía mientras agonizaba que su miedo era que Cabral le sacara a los chicos. Finalmente lo lograron”, concluyó ante la consulta de Télam.
Un juicio sin fecha y una relación rota
A partir de la postergación, fuentes judiciales estimaron que el debate empezará tras la feria de julio.
La madre de Soulé recordó que tenía contacto permanente con sus nietos porque “vivían a 50 metros” de su casa. Ahora responsabiliza a los abuelos paternos por la separación y reclama: “No tenemos derecho a sufrir esto. Tengan un poco de corazón, por favor”.
La semana anterior, la agrupación Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) inauguró un mural en Casas para recordar a Verónica. “A dos años de su muerte, es muy triste ver a mi hija plasmada ahí, pero a la vez siento que está presente con nosotros”, comentó la madre.
