El Cementerio Israelita Nuevo de Rosario fue víctima de vándalos, que provocaron serios destrozos, robaron objetos de las tumbas y placas de bronce, y también destruyeron fotos y flores. Descartan que se trate de actos antisemitas.
Los hechos fueron descubiertos al habilitarse en el predio de Circunvalación 2866 los velorios y entierros, que habían estado suspendidos durante buena parte de la cuarentena. De acuerdo a Gabriel Dobkin, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia) de Rosario, "se robaron decenas de placas de bronce".
"Lo tomamos como un hecho delictivo que se cometió durante la cuarentena, cuando el cementerio estuvo mucho tiempo cerrado y es un predio difícil de custodiar porque tiene 80.000 metros caudrados", dijo Dobkin en diálogo con la prensa, y agregó que en los próximos días se hará la denuncia correspondiente.
"Estamos evaluando aún el daño sufrido. Es algo impensado, ni los muertos pueden estar tranquilos", cerró.
