Superaron el mal trago de la cuarentena creando un delivery de cocktails de autor

La prolongada cuarentena privó a muchos de sus principales ingresos o directamente de sus fuentes laborales, pero no de la creatividad. Con mucha imaginación y ganas de pelearla, una joven pareja local se la ingenió para armar un delivery de cockatails de autor y superar el mal trago.

Felipe Coronel siempre fue un apasionado del rubro, y a los 16 años comenzó a trabajar como bartender en el reconocido bar rosarino El Riel. "Yo iba con mi papá y trabajaba acomodando las cosas, pero siempre miraba cómo se preparaban los tragos. Un día faltó el bartender, me ofrecí y ahí quedé", recuerda en diálogo con Vía Rosario.

Desde entonces fue adquiriendo conocimientos y contactos, entre ellos a Camila Nieto, su pareja y quien también se desempeña en la gastronomía, más precisamente como recepcionista. "Con la cuarentena los dos nos quedamos sin trabajo, y un poco inspirados por propuestas similares en Europa, y empujados por el papá de Feli, nos largamos con esto que nos está yendo bien", relató la muchacha. Así nació "Salem, tragos de autor", que toma pedidos por Instagram.

Sangría española, gin tonic, bitter tonic y vermut forman parte de su carta."Nosotros lo preparamos como para regalar. Viene bien presentado todo, en frasco o botellita, dentro de una caja, le ponemos fruta disecada para que solo tengas que agregarle hielo en un vaso y lo puedas disfrutar", explicó.

El cierre de bares les acercó a muchos clientes ansiosos por no contar con sus habituales tragos, pero la demanda continúa también ahora que reabrieron estos establecimientos. De hecho tuvieron tan buena repercusión que personas del palo de Europa y Estados Unidos se han contactado con ellos para aconsejarlos y felicitarlos.

Sin embargo el ingenio de estos chicos para paliar la crisis va más allá, y ya piensan en agrandarse. "Estamos trabajando en nuestro propio gin saborizado. Lo probamos en botella, lo dejamos estacionar, para que tome color, aroma y sabor especial, y lo vamos a ofrecer para degustar en bares. La idea es luego poder comercializarlo", se entusiasmaron.

La cuarentena parece haberles dejado como enseñanza el no bajar nunca los brazos y hasta una profesión. "Ella está estudiando, pero yo tengo pensado dedicarme a preparar y vender gin porque es lo que me gusta y lo que se hacer", cerró Felipe.