Escuelas chaqueñas reciben fondos de Nación para tratar con la Pandemia

El subsecretario de Coordinación Presupuestaria y Financia del Ministerio de Educación de la provincia, Rodrigo Morilla, afirmó que los fondos COVID EDU de Nación están disponibles para financiar a colegios de la provincia. “Según la matrícula de la escuela, parten de $10.000 y pueden alcanzar los $50.000”, detalló.

Morilla aseguró que estos fondos serían repuestos una vez se acaben. “No es para todo el año, pues la idea es que sea rotatorio y que se use de mes a mes”, indicó el funcionario.

“Son 2200 establecimientos, de los cuales 800 escuelas ya han recibido los fondos”, dijo el subsecretario, y agregó que son “alrededor de $17 millones que Nación transfirió para que usen los colegios”.

Sin embargo, señaló que algunas escuelas tienen “problemas de rendición”, y que otras que no tienen apertura de cuenta en el Banco Nación. “Una vez logremos la apertura, entre 500 y 600 instituciones más podrán recibir los fondos”, estimó Morilla.

Situación en Chaco

Sobre los problemas que estos fondos intentan subsanar, el subsecretario aseveró que la pandemia complicó las condiciones edilicias en las escuelas y aludió a problemas con “cuestiones como automatización de tanques, bombas, todo lo referido al manejo del agua en general y a las cuestiones eléctricas”. Mencionó también que hubo muchos robos a instalaciones educativas.

En cuanto a la actividad del Ministerio de Educación de la provincia el mes pasado, éste envió a las escuelas un kit de salubridad, pero resultó ser insuficiente: contaba con un balde, dos bidones de lavandina, un trapo de piso, dos botellas de alcohol, y un palo con accesorio escobillón y lampazo intercambiables. Tras la polémica causada por el envío, el Ministerio elaboró otro kit más amplio que el anterior, con más lavandina y palos de escoba, pero aun así es considerado insuficiente por directores y profesores.

En los últimos días, otro envío realizado a la E.E.S. N°29 “Esther Machicote de Díaz”, ubicada en el barrio Güiraldes, consistía en un termómetro eléctrico carente de baterías, ante lo cual personal docente debería comprar pilas para utilizarlo. Profesores de la institución se indignaron al considerar esto como “inadecuado”, pues consideran que, con el uso de un solo termómetro, la entrada de los alumnos al colegio demoraría demasiado el comienzo de las actividades.