La Voz Argentina es la oportunidad perfecta para demostrar el talento que lleva uno adentro. El chubutense, Yhosva Montoya, aprovechó esta instancia al máximo y deslumbró al jurado, teniendo la oportunidad de elegir a uno de ellos.
El joven de 23 años, oriundo de Gaiman, emocionó al cantar “Avanzar” de Nahuel Pennisi. Pero previo a ello, contó un poco de su historia: tras el fallecimiento de su madre, la música fue su refugio.
“Mi papá es todo, me enseñó a salir adelante. Cuando mi mamá falleció, él hizo todo. Me refugié mucho en la música y tengo canciones escritas para ella. A ella le llegan”, detalló Montoya en el reality.
Ricardo Montaner alagó su voz, describiéndola como algo “espectacular”. Aseguró en este sentido que sintió mucha coincidencia entre cómo siente que canta el muchacho y cómo trabaja él en el área musical.
“Estaba disfrutando demasiado y cuando hiciste el falsete el disfrute fue a otro nivel. Sueño con tenerte en el equipo”, señaló el cantautor.
Lali Espósito no quedó atrás y se expresó contenta por la audición de Yhosva: “Sos muy magnético y tenés una voz muy hermosa. Entré en un trance y empecé a prestar atención a cada decisión que tomabas y con la emoción con la que lo hacías. Ese calor que sube y que se transforma en lágrimas no sucede todo el tiempo”
Finalmente, Soledad Pastorutti se dirigió a él y aseguró: “Creo que tenés una voz reconocible, eso no te lo quita nadie. Eso es lo que me motivó a apretar este botón”.
Con sus ojos puestos en la cantante santafecina, Montoya no lo dudó. “Son todos re grosos, pero me voy con La Sole”, sentenció el joven, quien recibió un poncho de la mujer.
Tras la victoria del chubutense en La Voz Argentina, la localidad de Gaiman festejó
El orgullo que generó el joven de 23 años no se quedó solo entre sus familiares y el jurado que volteó sus sillas, sino también en la localidad de Gaiman. Su ciudad natal organizó un festejo multitudinario por él.
Desde la Municipalidad lo felicitaron por su desempeño, y aparte se organizó una caravana de autos que transitó las calles de allí hasta arribar a la casa de Yhosva.
