ARA San Juan: los rostros de los tres puntaltenses que partieron y no regresaron

Un 15 de noviembre de 2017 desapareció en el Atlántico Sur, el submarino ARA San Juan junto a sus 44 tripulantes, cuando se dirigía a su base naval en la ciudad balnearia de Mar del Plata.

En la actualidad se halla "en un área de escombros de 70 por 75 metros" a una profundidad de 920 metros, de acuerdo con el informe del contralmirante David Burden, director general de Material de la Armada argentina.

Los puntaltenses lloran y recuerdan a quienes pasaron por la ciudad. Además, a los que vivieron en ella en su infancia.

Teniente de Navío Fernando Vicente Villarreal

Nació en Punta Alta, estudió en el colegio José Manuel Estrada y en la Escuela Nº 2, y durante la secundaria en la Escuela Técnica Nº 1. Ingresó a la Escuela Naval Militar en La Plata donde se destacó y fue escolta de la bandera nacional. Era teniente de navío y jefe de comunicaciones, estaba casado y tenía una hija de 3 años.

Suboficial Segundo Daniel Adrián Fernández

Nació en el Hospital Naval de la Base Puerto Belgrano el día 14 de diciembre del año 1976 junto con su hermano mellizo Pablo Gastón y tenía, además, un hermano mayor y una hermana menor, Claudio y Paola, respectivamente.

Desde los 7 años jugó al futbol en el puesto de arquero, en las categorías inferiores del Club Sporting  y cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 9. Posteriormente fue alumno de la ENET Nº 1, de primero a quinto año, estudiando para maestro mayor de obras; terminando el ciclo secundario en el Colegio Nacional.

Ingresó a la Armada Argentina en el año 2000, haciendo el PCP en Puerto Belgrano y luego de jurar a la bandera le dan el pase a la Base Naval de Mar del Plata, embarcándose en Fragata ARA Libertad, en la cual da una vuelta al mundo. Al regresar de dicho viaje realizó el curso de submarinista, embarcándose el submarino ARA Santa Cruz y luego en el ARA San Juan, haciendo una campaña antártica.

El suboficial Fernández contrajo matrimonio en el año 2007 con Natalia Pressavento, con quien tuvo dos hijas, Isabella y Sofía de 4 y 3 años, respectivamente.

Suboficial Segundo Celso O. Vallejos

Vivió en nuestra por varios años y fue adoptado como un puntaltense más. Además de su pasión por el mar, era un fanático de fútbol. Había realizado el curso en el Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina (SADRA) y dirigía en torneos zonales, entre quinteros y productores de la zona.

Los tres tienen  calles internas con sus nombres en el barrio, ubicado entre Espora y Buchardo, desde Guaraní hasta Islas Malvinas.

Además, la de una plazoleta ubicada en el mismo lugar.