Un joven 22 años que trabajaba como repartidor fue asesinado durante un robo en Quilmes. Los ladrones le efectuaron dos disparos, se llevaron su moto y huyeron. La policía informó que todavía no hay detenidos.
El crimen ocurrió este sábado por la tarde sobre calle 162, casi esquina Zapiola, en la zona de Bernal Oeste. En el lugar se encuentra personal de la morgue judicial y peritos de la Policía Científica.
De acuerdo con las primeras informaciones, cerca de las 14.30 el joven de 22 años fue a entregar un pedido, cuando fue sorprendido por al menos dos delincuentes.
Tras un forcejeo, le sustrajeron la moto con la que trabajaba, pero como se resistió le dispararon dos veces. El joven delivery, con su último aliento, se arrastró hacia la esquina para pedir ayuda, pero finalmente murió. A metros del cuerpo de la víctima quedó tirada la mochila de reparto.
Mateo Castro, compañero de la víctima, habló con TN y aseguró que la zona está jaqueada por la inseguridad. “Acá la policía no hace nada. Mientras mataban a mi compañero, la motorizada estaba parando a los motociclistas a pocas cuadras. Lo único que hacen es perseguirnos a los que estamos trabajando”, dijo.
Sobre la víctima, contó que había empezado a trabajar hace un mes y que era una buena persona. “Era un pibe joven. Él siempre manejaba despacio, no se pasaba ni un semáforo en rojo, cumplía. Pero lo mataron de dos tiros solo para robarle la moto. ¿Hasta dónde vamos a llegar?”.
Castro opinó que el personal policial “no hace nada” y contó que “lo único que les importa es perseguir a los que estamos trabajando en moto. Hay gente que labura de esto y mantiene a su familia, a sus casas, a sus hijos. Parece que estaban esperando que pase esto”.
Consultado sobre la inseguridad en la zona, contó: “Hace dos semanas le pegaron un tiro a un compañero para robarle la moto y fuimos nosotros para ayudarlo, porque la policía no estaba”, aseguró.
“Tardó mucho el SAME”
Una vecina de la zona aseguró que intentaron hacerle reanimación, pero el joven ya estaba muerto. “El chiquito estaba tirado en el piso, en un charco de sangre. Llamamos a la ambulancia, tardó mucho en llegar el SAME. Después, una mujer que trabaja en unidad coronaria que pasaba por el lugar intentó hacerle RCP, pero ya estaba muerto pobre”, relató la mujer en diálogo con TN.
Otra joven de la zona contó que todo sucedió en un segundo: “Yo vi cuando los chorros se fueron después de matarlo, fue muy rápido todo. Yo estaba en mi casa y mi mamá me dijo que cierre la puerta por las dudas. Cuando salí a cerrarla los vi cuando se subían a la moto”.
