Un misionero es el protagonista de una increíble historia de superación que conmueve a toda la comunidad. Se trata de Miguel Ángel Morales, un ex gendarme que quedó cuadripléjico en un tiroteo y, contra la adversidad, fue capaz de recibirse de abogado.
Todo comenzó en 1975, cuando el hombre oriundo de Oberá recibió un disparo que le provocó un daño irreversible en la médula espinal. A pesar de la devastadora noticia, no se desmoralizó y siguió adelante con su vida y con sus sueños.
Fue así como en 2003 decidió embarcarse en una nueva aventura: estudiar una carrera universitaria. En ese contexto, se decantó por abogacía, con el objetivo de defender los derechos de las personas discapacitadas.
La casa de estudios elegida por Miguel fue la Universidad de Salta, ya que era la única que le permitía cursar a distancia. Durante los primeros años debía trasladarse a Posadas y a Buenos Aires a rendir, hasta que las dificultades económicas lo hicieron abandonar.
Sin embargo, su historia llegó a oídos de las autoridades universitarias, quienes le otorgaron una beca para ayudarlo a afrontar a alcanzar el tan ansiado título. Esa colaboración resultó clave y finalmente, este jueves, el ex gendarme logró recibirse de abogado.
Con la emoción a flor de piel, el hombre de 63 años agradeció al docente que le tomó el último examen vía Skype desde Buenos Aires. "Les agradezco a todos los que me han ayudado a que esto sea posible, que no es un final sino es un comienzo. Hoy termino una etapa de estudiante pero empiezo una más difícil que es la de profesional. No tengo palabras para poder expresar lo que siento", sostuvo, en declaraciones publicadas por El Once.
Miguel señaló que su primer paso como profesional será pedir a la empresa de colectivos urbanos de Oberá, Capital del Monte, que garantice la circulación de unidades preparadas para personas discapacitadas. "Esa va a ser mi primera pelea. La vengo peleando hace años y ni el Concejo Deliberante ni el Ejecutivo, ni la empresa cumplen", afirmó.
