Un aplauso eufórico recorrió el recinto cuando el tablero marcó más de 129 presentes. Sin La Libertad Avanza ni el PRO, que decidieron no bajar a sus bancas, arrancó la sesión de la Cámara de Diputados para tratar el dictamen que busca regular las apuestas online y combatir la ludopatía, en medio de denuncias de lobby empresario.
El oficialismo y el macrismo no dieron quórum. “No estamos de acuerdo con el dictamen de mayoría, y no dejaron hacer modificaciones”, argumentaron los primeros. “No nos hicieron partícipes del pedido de sesión”, se excusaron los segundos.
Ambos bloques habían firmado un despacho de minoría junto a la UCR de Rodrigo De Loredo, que sí estuvo presente en el recinto, al igual que la Coalición Cívica (bloque que movilizó la sesión), Unión por la Patria, Encuentro Federal (con algunas bajas, como los cordobeses Ignacio García Aresca y Alejandra Torres), los radicales de Democracia para Siempre, el Frente de Izquierda y otros bloques.
De qué trata la regulación del juego online
El dictamen mayoritario, que tiene el aval del kirchnerismo, Encuentro Federal, la Coalición Cívica y la izquierda, busca regular el juego en línea y prevenir la ludopatía, una adicción creciente en niños y jóvenes: 8 de cada 10 adolescentes accedieron a apostar online en el último año, según un estudio de Unicef Argentina y la organización Bienestar Digital.
La disputa principal gira en torno a la prohibición de la publicidad. La propuesta mayoritaria, a la que no adhirieron el oficialismo, el PRO ni la UCR, tiene una redacción taxativa que busca prohibir propagandas en plataformas y redes sociales, cartelería en la vía pública, medios de comunicación, podcast, camisetas de equipos deportivos, estadios, espectáculos culturales y posteos de influencers, entre otros ámbitos.
En líneas generales, el texto prohíbe el acceso de niñas, niños y adolescentes menores de 18 años a sitios de apuestas. Los operadores o licenciatarios de la explotación de juegos online deberán implementar sistemas de verificación biométrica para validar la identidad y la edad del usuario, así como para el uso de billeteras virtuales.
Las plataformas también deberán adoptar otras medidas, como emitir señales de “tiempo invertido” en su plataforma, con recordatorios de descanso, y leyendas de advertencia sobre los perjuicios para la salud y líneas de ayuda.
Para poder operar, las empresas deberán estar constituidas legalmente en Argentina, contar con sede física y representación legal en el país y estar registradas conforme las leyes comerciales y tributarias locales.
Por otra parte, se crea un Registro Nacional de Autoexclusión (ReNA) donde los inscriptos (por decisión propia o por intermedio de familiares) no podrán ingresar a las plataformas ni realizar apuestas.
Se habilitan solo dos medios de pago para apostar: las tarjetas de débito bancarias, y las billeteras electrónicas o virtuales solo con dinero en cuenta (no se permite la función crédito). En ambos casos, sujetas a un límite diario equivalente al tope o límite de extracción diario establecido por la entidad bancaria o financiera para los cajeros automáticos.
Quedan prohibidas las tarjetas de crédito y también los medios de pago asociados a cuentas abiertas a solicitud de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses).
