Un anuncio fallido del oficialismo en torno al Presupuesto 2025 introdujo más ruido en el conflicto universitario, mientras crece la presión opositora para aumentar los fondos para las casas de altos estudios y llegar a una cifra intermedia entre la que reclaman los rectores y la que proyecta el Poder Ejecutivo.
Una nueva disputa entre el Gobierno y las Universidades por el presupuesto 2025
El bloque de diputados de La Libertad Avanza, a cargo de Gabriel Bornoroni, había convocado a una conferencia de prensa y prometía un “anuncio importante” en torno al Presupuesto, pero minutos antes de su inicio el evento se canceló en un clima de desconcierto, mientras se conocía que el presidente Javier Milei echaba de su Gabinete a la canciller Diana Mondino.
“Hubo una descoordinación del Gobierno. No se puede echar a una ministra y hacer una conferencia”, se limitaron a decir cerca del presidente de Diputados, Martín Menem, quien había organizado el encuentro en el Salón Delia Parodi. Al mismo tiempo, recibía en su despacho a Cristian Ritondo y Silvana Giudici, jefe y secretaria parlamentaria del PRO.
Los trascendidos, surgidos desde Casa Rosada, indicaban que el Gobierno aumentaría las partidas para universidades nacionales, pero a fuerza de recortes en fondos “para las provincias y los partidos políticos”. Hasta se especulaba también con la posibilidad de insistir en la eliminación de las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) para generar un ahorro fiscal.
Los libertarios incluso habían planificado estratégicamente el horario de la conferencia, de modo tal que se superpusiera con el plenario de comisiones donde la oposición buscaba ponerle límites a los “decretazos” del presidente Javier Milei al reformar la ley que regula el trámite legislativo de los DNU (Decretos de Necesidad y Urgencia).
La suspensión de la conferencia (que hasta ahora no fue reprogramada) alimentó especulaciones en momentos donde aumenta la presión opositora para engordar el presupuesto universitario. Los rectores nucleados en el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) piden 7,2 billones de pesos, y el proyecto de Presupuesto otorga 3,8 billones.
Miembros del CIN fueron recibidos este martes por diputados de Encuentro Federal, liderado por Miguel Pichetto, y Democracia para Siempre, la nueva bancada de radicales disidentes. Estuvieron presentes los legisladores Carlos Gutiérrez, Alejandra Torres, Juan Brügge, Mónica Fein, Margarita Stolbizer, Esteban Paulón, Pablo Juliano y Danya Tavela.
La semana pasada, el secretario de Educación, Carlos Torrendell, expuso en la Comisión de Presupuesto y sostuvo que si la oposición quiere aumentar las partidas para universidades deberá reasignar otras para no alterar el equilibrio fiscal.
En ese sentido, el bloque de Pichetto trabaja en un dictamen propio del Presupuesto con alternativas de financiamiento para universidades (y también jubilaciones, cajas previsionales y obra pública). El texto será presentado por los diputados Ignacio García Aresca y Nicolás Massot si es que el Gobierno, como sucedió hasta ahora, no concede ningún pedido.
El dictamen está casi listo y eleva el presupuesto universitario a 4,5 billones, una cifra intermedia entre lo que solicita el CIN (7,2 billones) y lo que prevé el Gobierno (3,8 billones). Proponen financiarlo con una reducción del cupo fiscal para el régimen de promoción de la economía del conocimiento, más ahorros con la eliminación de sobrecargos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
A lo largo de estas semanas, García Aresca, Massot y el economista Ricardo López Murphy mantuvieron una sola reunión con el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, José Luis Espert. Pero las respuestas a todos los planteos fueron negativas.
“La predisposición a colaborar está, pero nos parece más ordenado arrancar con un dictamen propio”, indicó Massot en diálogo con la prensa acreditada, y garantizó que la propuesta alternativa respeta el equilibrio fiscal: “Le vamos a dar a Milei lo que Milei pide”.
El debate del Presupuesto tuvo un “impasse” esta semana, donde el oficialismo decidió priorizar en la agenda la privatización de Aerolíneas Argentinas, que obtuvo dictamen este martes. Un día después, la oposición lograba unirse en otro dictamen para reformar la ley de DNU. Una iniciativa que Milei amenazó con vetar.
