Hoy se conmemora el Día Internacional de personas con Síndrome de Down, una discapacidad que siempre formó parte de la condición humana y que debemos entender que tienen derechos de ser tratadas con justicia y aceptar que tienen las mismas oportunidades que todas las personas, trabajando, estudiando o haciendo deportes con los demás para mejorar sus vidas.
Es por eso que desde Vía Mendoza homenajeamos al equipo de futsal Empate Mendoza, formado por personas con Síndrome de Down de todas las edades, que le dio a niños, jóvenes y adultos otro lugar social y de convivencia para su desarrollo.
En esta nota charlamos con Gonzalo Sánchez, coordinador general de la Empate Mendoza, quien nos contó cómo surgió el equipo de futsal Empate Mendoza, que bien nos representó en el último nacional de esta disciplina en la provincia y el cual es el único existente en nuestro territorio.
Qué es Empate Mendoza
La Fundación Empate por Argentina es de origen cordobés, que se presentó con su proyecto a la UEFA Fundation, para replicar en otras provincias lo desarrollado en Córdoba. Las primeras sedes elegidas fueron Buenos Aires, Tucumán y Mendoza.
“Nosotros somos ADOM, Asociación Down Mendoza, y muchos de quienes lo conducen son padres de chicos y chicas con Síndrome de Down, que se pusieron de cabeza para encaminarlos hacia una vida de adultos independientes. Y en el transcurso, incentivarlos dándole un lugar de desarrollo deportivo, comenzando por el fútbol alma mater de los deportes en Argentina”, explicó el Coordinador de Empate mendoza.
Pero también “queremos sumar otras actividades como arte, música e inclusión laboral en la entidad para inculcarles valores y conciencia de su condición, fuera de una terapia o escuela. Allí generan amigos y tienen sus grupos donde conviven relajados y tranquilos sin tener que tratar de llegar a niveles de otros chicos sin discapacidad”, confió Gonzalo.
Y dentro del deporte “entienden la socialización, las reglas de juego y de respetarlas, de ser responsables con los tiempos, con el otro, y otros valores que el deporte incluye”.
Cómo nació el equipo de futsal Empate Mendoza
Comenzó en el 2021 previo al 3er. Nacional FUT21 que se desarrolló en el estadio Vicente Polimeni, de Las Heras. Allí participaron 10 equipos y Mendoza quedó cuarto, obteniendo un excelente balance, tomando en cuenta que el elenco que actuó de anfitrión se armó un mes antes con jóvenes que estaban participando en la Liga de fútbol adaptado e inclusivo y reclutando a su vez de jugadores de cancha sintética de Empate, los cuales practican el fútbol de forma recreativo.
Después de esto, dos jugadores fueron seleccionados para el equipo nacional. Jesús “Tanque” Alaniz (jugador de campo, en la Liga Inclusiva) y Rodrigo Moyano (arquero de Don Orione), que casualmente son hermano y cuñado respectivamente, de dos futbolistas reconocidos en Mendoza y a nivel nacional e internacional, como son Darío “Lechuga” Alaniz (actual técnico en Gimnasia, quien supo vestir camisetas como las de Argentinos Juniors, Godoy Cruz, San Martín, Luján, Instituto, Belgrano y Talleres de Córdoba) y Marcelo “Chelo” Mescolatti, campeón mundial de la Selección Argentina de fútbol de salón y seis veces campeón con la Borravino.
Ambos futbolistas fueron destacados en el certamen nacional en el Polimeni, transformándose en pilares de Empate Mendoza.
Los objetivos de Empate Mendoza para el 2023
Este año “tenemos como meta fortalecernos como equipo y participar de cada FUT21, en distintas provincias y ver si nuevamente podemos ser sede, tras el éxito logrado el año pasado. Pero eso requiere de mucha ayuda de las instituciones, ya que el objetivo es que sea gratis para los equipos”, confió el Coordinador.
Y agregó: “Por suerte nosotros pudimos contar con diferentes instituciones privadas y municipales para amortiguar los gastos, ya sea para ser sede o para que el equipo mendocino, único en la provincia, pueda viajar”.
Además, Sánchez confió que en este 2023, Empate Mendoza participará en la Liga Inclusiva que dirige Marcos Olivera de la Municipalidad de Mendoza, quien también fue técnico del equipo de Parálisis Cerebral y es a su vez, técnico del equipo Empate junto a Juanchi Villanueva, ex jugador de futsal. La idea es comenzar a tener rodaje”, aseguró.
De a poco se suman las mujeres
Esta disciplina es relativamente nueva en el país y, si bien el FUT21 es mixto, son pocos los equipos que incluyen mujeres. Sin embargo, en el pasado Nacional fueron 10, dos más que las anteriores competencias (Córdoba y en Rosario) hubo dos equipos que contaron con la participación de jugadoras: uno fue el de Rosario y el otro, Granja Andar de Buenos Aires.
“La idea en general es que se sigan sumando mujeres, aumentar la cantidad de equipos de diferentes regiones del país y que la actividad se difunda. Actualmente Empate Mendoza tiene diferentes categorías en donde también hay chicas entrenando, aunque aún no se integran a equipos de competencia”, confió Sánchez.
Las categorías existentes en Empate Mendoza son, tanto para damas como para varones, desde los 3 años a los 37, divididas en tres categorías, iniciación deportiva (de 3 a 8), adaptación o formativas (de 9 a 14) y el de desarrollo (de 15 en adelante).
Mendoza en el Nacional, se puso a prueba
Con un mes de preparación y un equipo en desarrollo, Mendoza logró finalizar cuarto, cayendo en semifinal contra el campeón Rosario, el cual se presentó con la columna vertebral de Los Halcones, selección argentina. Y en el cual, su mejor jugador considerado el mejor del mundo es Gastón Torchi.
“Pero fue una linda experiencia y prueba para lo que queremos lograr en este deporte”, aseguró Gonzalo.
Quiénes son los dos mendocinos de Selección
Jesús Alaniz sorprendió a más de uno en el último Nacional. Y es que su habilidad es de familia. Su hermano mayor, Darío “Lechuga” Alaniz, supo jugar en el fútbol grande de la Argentina (de once) y actualmente es formador de Gimnasia y Esgrima.
Jesús tiene 29 años y es el décimo de 12 hermano (11 son varones) y siempre tuvo al fútbol como parte de su vida. Y por sus características fue convocado para Los Halcones (subcampeones Mundiales 2019 y 2022) para competir en el próximo Sudamericano.
“Desde chico le gustó jugar a la pelota. Los equipos del barrio Belgrano (Las Heras) se lo llevaban y mis hermanos lo sumaban en sus equipos. Es pícaro, es bicho. Sabe poner bien el cuerpo, sabe gambetear, le pega muy bien a la pelota, tiene buena lectura de juego y eso se lo dio al experiencia callejera que obtuvo. Jesús es puro potrero “, confió el “Lechuga” Alaniz.
Por su parte, Rodrigo Moyano, es cuñado del “Chelo” Mescolatti, campeón mundial con la Selección Argentina de futsal de AFA y seis veces campeón con la Borravino. Y si bien Rodrigo no quedó para en el próximo campeonato internacional de la selección argentina, está en carpeta para el año que viene.
“Es un apasionado por el arco. Tiene lo que debe tener todo deportista que es la auto exigencia y la búsqueda de superación constante. Es una esponja a la hora de aprender”, describió Mescolatti.
Dónde podés llevar a tu niño o niña para sumarse al futsal de Empate Mendoza
Los entrenamientos son en Al Cubo y comenzarán desde este miércoles, de 17 a 18, los miércoles y viernes. Los profes a cargo de las prácticas son Gustavo Marín Spaltro (Iniciación, David Bullaude (adaptación) y Ana María Alemán (Desarrollo).
Para más información podés ingresar a las redes @asociaciondwonmendoza y @empatemendoza o bien comunicarte al número del Coordinador Gonzalo Sánchez: 2615759136.
Sobre el Síndrome de Down
El síndrome de Down es una alteración genética causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21 que se traduce en discapacidad intelectual.
La incidencia estimada del síndrome de Down a nivel mundial se sitúa entre 1 de cada 1.000 y 1 de cada 1.100 recién nacidos.
Las personas con síndrome de Down suelen presentar más problemas de salud en general. Sin embargo, los avances sociales y médicos han conseguido mejorar la calidad de vida de las personas con el síndrome.
A principios del siglo XX, se esperaba que los afectados vivieran menos de 10 años. Ahora, cerca del 80% de los adultos que lo padecen superan la edad de los 50 años.
Un trabajo médico y parental en edades tempranas favorece la calidad de vida y la salud de quienes sufren este trastorno genético al satisfacer sus necesidades sanitarias, entre las cuales se incluyen chequeos regulares para vigilar su desarrollo físico y mental, además de una intervención oportuna, ya sea con fisioterapia, educación especial inclusiva u otros sistemas de apoyo basados en comunidades.
