Con el espectáculo “Día de Ira” la Orquesta Filarmónica abre su temporada 2022

Este viernes a las 21 y en el Teatro Independencia se realizará un concierto con un programa compuesto por obras de compositores europeos.

La Orquesta Filarmónica de Mendoza ofrecerá este viernes a las 21 en el Teatro Independencia el espectáculo denominado "Día de Ira".
La Orquesta Filarmónica de Mendoza ofrecerá este viernes a las 21 en el Teatro Independencia el espectáculo denominado "Día de Ira". Foto: Gobierno de Mendoza

La Orquesta Filarmónica de Mendoza comenzará este viernes, 1 de abril, su temporada de funciones correspondiente a 2022. Presentará en el Teatro Independencia, el espectáculo “Dies Irae” o “Día de la Ira”, un reconocido himno en latín del siglo XIII, atribuido al amigo y biógrafo de San Francisco de Asís, el franciscano Tomás de Celano (1200-1220).

Describe el día del juicio final con la última trompeta llamando a los muertos, ante el trono divino, donde los elegidos se salvarán y los condenados serán arrojados a las llamas eternas.

El concierto de la Orquesta Filarmónica se desarrollará con un paseo por distintos compositores europeos que abordan la temática del poema. La presentación será a las 21 y las entradas tienen un valor de $500 y ya se encuentran a la venta, a través de www.entradaweb.com.ar o, el día anterior a la función y el mismo viernes 1, desde las 18, en boletería del Independencia.

En esta gran noche de apertura la Filarmónica contará con dos visitas especiales, el director invitado, Pablo Herrero Pondal y, como solista, el pianista José Luis Juri.

El programa que se desarrollará

Este espectáculo contará con la interpretación de más de 70 músicos en escena y el programa del concierto incluye:

“Una noche en el monte calvo”: Poema sinfónico del compositor ruso Modest Músorgski, inspirado en un cuento, donde un campesino presencia una reunión de brujos y brujas. Músorgski encabezó la partitura con unas frases de su puño y letra, que desde un principio ayudaron a comprender mejor la atmósfera fantástica de la obra, donde se profundiza en la gran oscuridad. Después de la muerte de Músorgski, su amigo y compañero Nikolái Rimski Kórsakov, orquestó y arregló esta extraordinaria obra, tan llena de intenso colorido y fuerza que la han hecho muy popular en los conciertos.

“Danza macabra”: Obra compuesta por Camille Saint-Saëns, compositor, director de orquesta, organista y pianista francés. La Danza macabra es un poema sinfónico que describe un baile de la muerte, en un cementerio, tras la medianoche a los sones de un diabólico violín. Este fragmento tiene como principal peculiaridad la utilización de un acorde que se encuentra a menudo en la música de inspiración flamenca.

“Scherzo de la Suite From the Middle Ages”: Aleksandr Glazunov compuso, entre muchísimas partituras, la Opus de la Edad Media, suite en Mi mayor para orquesta. Glazunov fue un compositor, director de orquesta e influyente maestro de música ruso. Alternó la recuperación de las raíces musicales rusas con su adscripción a las influencias estilísticas occidentales, que fueron haciéndose más fuertes en sus últimas obras. Era cercano al círculo de compositores rusos de recuperación nacionalista y folclórica, conocido como el “Grupo de los Cinco”. Se le considera el último exponente de la escuela nacional rusa de composición, fundada por Mijaíl Glinka.

Mefisto Vals Nro 2 y Totentanz para piano: Franz Liszt fue un compositor austrohúngaro. Romántico, un virtuoso pianista, director de orquesta, profesor de piano, arreglista y seglar franciscano. Liszt se hizo famoso en toda Europa, durante el siglo XIX, por su gran habilidad como intérprete. Sus contemporáneos afirmaban que era el pianista técnicamente más avanzado de su época y quizás el más grande de todos los tiempos. También fue un importante e influyente compositor, un profesor de piano notable, un director de orquesta que contribuyó significativamente al desarrollo moderno del arte y un benefactor de otros compositores y artistas, intérpretes o ejecutantes. Algunos de sus títulos de las piezas más conocidas, como “Totentanz” (representación de la influencia y el poder de la muerte, o la vida humana), muestran la fascinación y obsesión del compositor por la muerte.

Los músicos invitados

Pablo Herrero Pondal es un director de orquesta nacido en Buenos Aires, que inició su formación en dirección orquestal bajo la guía de David del Pino Klinge, de 1994 a 1999, continuando sus estudios de perfeccionamiento en Santiago de Chile. Desde abril 2007 hasta abril 2010, se desempeñó como Director Titular de la Orquesta Filarmónica de Mendoza.

Dirigió en diversas ocasiones la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo, Orquesta Sinfónica de San Juan, Tucumán, Neuquén, Rosario y Orq. Sinfónica Nacional de Bolivia (La Paz). Ha sido durante dos años director de la Orquesta Juvenil de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Cuyo. Dirigió las óperas “Suor Angelica” de G. Puccini (2002), “I Pagliacci” de R. Leoncavallo (2003). También Donizzeti “Elixir d’amore” (2009) y Mozart “La Flauta Mágica” (2010). Trabajó con solistas como Horacio Lavandera, Bruno Gelber, Vladimir Tsypin, Xavier Inchausti, Eliana Bayon, Luis Lima, Luis Gaeta, Verónica Cangemi, entre otros.

José Luis Juri es pianista y nació en Buenos Aires. Desarrolla una amplia actividad concertística en Argentina. Estudió en el Conservatorio de Música de Buenos Aires, perfeccionándose luego en la Accademia Chigiana di Siena (Italia) y en Suiza, con Edith Fischer, discípula dilecta de Claudio Arrau, durante cuatro años. Desarrolla su actividad concertística habitualmente en Europa, África y América Latina: Italia, Francia, España, Bélgica, Suiza, Egipto, Túnez, México, Cuba, Brasil, Perú, Uruguay, Chile y Argentina, actuando en recitales, como solista con orquesta, o en agrupaciones camarísticas.

En la Argentina participó de la Semana Musical de Llao-Llao (Bariloche), Teatro Colón de Buenos Aires, Teatro Argentino de La Plata, Mozarteum Argentino y los más importantes teatros y orquestas del país. Recibió en el año 2006 la condecoración de Cavaliere de la República Italiana, en mérito a la difusión de la música italiana en el mundo.