Tiene 100 años y fue a votar: "Me siento más joven", bromeó al salir

Emma Quiroga de Fiuri es una vecina mendocina. Manifestó estar muy contenta por ejercer su derecho.

Tiene 100 años y fue a votar: "Me siento más joven", bromeó al salir
Emma

Emma Quiroga de Fiuri es una vecina de Godoy Cruz que en marzo de 2019 cumplió 100 años. Este domingo, se levantó, desayunó, agarró su documento y orgullosa fue a votar, pese a que hace 30 años para ella ya no es obligatorio el sufragio. Disfruta de ejercer su derecho y de expresar su opinión en las urnas en todas las elecciones.

Quiroga de Fiuri votó en la escuela Tomás Godoy Cruz y a la salida del cuarto oscuro el intendente Tadeo García Zalazar habló con ella. Le preguntó cómo estaba y ella dijo: "Me siento más joven por haber venido a votar" y se rió. "Estoy muy contenta", agregó.

El 21 de marzo Emma cumplió 100 años y lo festejó en su casa de la calle Lavalle en Villa Marini rodeada de afectos. Nació en Luján de Cuyo pero vive en Godoy Cruz dede los tres años, cuando tuvo que mudarse a vivir con sus tíos porque su mamá murió. A su papá nunca lo conoció.

Su vida no fue fácil. Cuando iba a la primaria la directora del colegio al que asistía le dijo a la tía que como Emma era huérfana podía llevarla a su casa como una "criada" y le daría dinero. La tía aceptó. Emma se fue a vivir con la directora y dejó el colegio, fueron 9 años que no la pasó para nada bien. Tenía que limpiar y cuidar al hijo del matrimonio, pero no recibía buenos tratos. "Cuando me olvidaba de algunas cosas, ella agarraba la taza y tiraba mi té en la cocina, o a veces no me daba comida. Una vez, cuando tenía quince años, no quiso llevarme al médico cuando enfermé", contó a MDZ.

Cuando la directora murió, su mardo le preguntó a Emma si quería quedarse y ella dijo que no. El hombre la recomendó con las autoridades del Hospital El Carmen, donde se desempeñó como portera, oficio que repitió años después en la Escuela Tomás Godoy Cruz, aunque también hizo tareas en el campo y en algunas fábricas.

Alrededor de sus 21 años, conoció al que sería su esposo y amor eterno, un agricultor llamado Humberto Fiuri al que estuvo unida durante cuatro décadas. "Un hombre bueno y guapo, que era muy trabajador. Todo el barrio lo quería porque era una bellísima persona. Estuvimos siete años de novios y después nos casamos", añade Emma. De ese matrimonio feliz nacieron tres hijos, Néstor (69), María Cristina (67) y Alicia (61), y la descendencia se prolonga con ocho nietos y cuatro bisnietos.