La batalla de Monte Longdon fue escenario de crímenes de guerra

Así lo relataron en sus libros autobiográficos varios paracaidistas. Fue entonces que el cabo José Carrizo decidió contar su historia en Malvinas

Batallas finales: Monte Longdon
Batallas finales: Monte Longdon

Los crímenes de guerra de Monte Longdon fueron reconocidos en el libro "Green Eyed Boys" de Adrian Weale y Christian Jennings, que señalan como responsable de matar a tres soldados heridos al paracaidista británico Kevin Connery en las horas finales del combate.

Cuando en 1993 se conoció el libro "Viaje al Infierno" del ex paracaidista británico Vincent Bramley que denunció el fusilamiento de varios argentinos en monte Longdon, el cabo José Carrizo contó su historia.

Autobiografías de la guerra
Autobiografías de la guerra

Levantó los brazos en señal de rendición y un inglés le hizo un gesto con la mano como de que le iban a cortar el cuello. Este hombre de "ojos achinados" habría sido el sargento John Pettinger , quien disparó contra Carrizo, según el historiador militar britianico Adrian Weale..." Luego de una corta ráfaga de ametralladora que le arrancó parte de la masa encefálica y un ojo, Pettinger quien era acompañado por Bramley , lo dieron por muerto y lo abandonaron allí.

Más tarde lo salvó un médico británico.

Según un reportaje publicado en el diario inglés The Independent, los conscriptos Ramón Quintana y Donato Gramisci, heridos tras la batalla, fueron fusilados o "bayoneteados" por los paracaidistas británicos en monte Longdon, ante los ojos incrédulos del soldado conscripto Néstor Flores.

Recuerdos de las batallas más sangrientas de Malvinas
Recuerdos de las batallas más sangrientas de Malvinas

El cabo Gustavo Pedemonte en una entrevista con "La Nación" en agosto de 1993 , dijo haber presenciado un crimen de guerra.  "Era una noche muy clara estrellada e iluminada por las bengalas inglesas, por lo que pude ver perfectamente cuando varios ingleses fusilaban a un soldado que había caído herido. "Mi visión era perfecta", sostuvo.

El teniente primero Hugo García también participó en la batalla del 11 de junio. Resultó ileso, pero poco después, recibió un balazo en la cabeza luego de rendirse.

Soldados argentinos resistiendo en Monte Longdon
Soldados argentinos resistiendo en Monte Longdon

"...Este hombre de ojos achinados es el sargento John Pettinger, el que disparó contra Carrizo", dice el escritor Adrian Weale, mientras señala a un militar en un grupo de paracaidistas, en una foto de su libro. Perteneciente al grupo de morteros, el cabo argentino José Carrizo fue "ejecutado" por militares británicos con dos disparos a la cabeza, tras la batalla de Monte Longdon. Fueron los médicos ingleses quienes se ocuparon de que sobreviviera, casi por milagro.

El cabo Carrizo siempre testimonió que, mientras se refugiaba de la artillería propia detrás de una piedra, dos paracaidistas británicos le gritaron "American, boina verde" y que uno de ellos hizo fuego. "El que me disparó tenía ojos achinados y la cara cubierta de betún de combate", precisó.

Catorce años después de los hechos, el historiador inglés Weale, junto a Christian Jennings, reconstruyeron su historia y pudieron determinar que efectivamente se trataba de John Pettinger. Sin embargo, esta versión difiere de la de la víctima. De acuerdo con Carrizo, él alcanzó a tomar del tobillo a un paracaidista, que resultó ser Vincent Bramley, el autor de "Viaje al infierno", el primer libro que denunció los fusilamientos en Gran Bretaña. Los dos habrían de darse un cálido abrazo en un histórico encuentro en Buenos Aires. "No me interesa saber quién fue ni quiero ver la foto "dice el cabo Carrizo desde Merlo, con un rencor que apenas puede disimular su gentileza". Estuvimos en una guerra horrenda donde fueron muertos casi todos.

A los veteranos nos usan y después nos dejan morir de hambre, solo les interesa hacer plata con nosotros."

"Lo que ocurrió es que, después que las posiciones argentinas fueron capturadas, siguieron bajo bombardeo militar "cuenta el historiador Weale". Pettinger iba delante de Vincent Bramley, al oeste de las posiciones británicas, con otro grupo de soldados, desde la zona de las ametralladoras en el centro hasta las posiciones británicas. Poco después, más abajo, Bramley vio la figura de un hombre muy alto que se tambaleaba a lo lejos. Era Carrizo. Fue rescatado por el private Conning, que comenzó a atenderlo. Así fue cómo le salvaron la vida".