Ordenan la detención del sacerdote denunciado por abusos en un colegio platense

Anatoly Sidders fue trasladado en mayo último a Misiones, donde aguardaba ser nombrado capellán del Escuadrón XIII de Gendarmería Nacional en Puerto Iguazú.

En mayo último, Sidders había sido traslado a Puerto Iguazú, donde aguardaba ser nombrado en un nuevo cargo.
En mayo último, Sidders había sido traslado a Puerto Iguazú, donde aguardaba ser nombrado en un nuevo cargo.

La justicia penal de La Plata ordenó la detención del cura Anatoly Sidders, acusado de abusar sexualmente de una alumna del Colegio San Vicente de Paúl, donde se desempeñó como docente y confesor.

Sidders fue trasladado en mayo último a Misiones, donde aguardaba ser nombrado capellán del Escuadrón XIII de Gendarmería Nacional en Puerto Iguazú.

Días atrás, el fiscal platense Álvaro Garganta pidió la detención del cura por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y circunstancias de realización doblemente agravado contra una mujer que denunció haber sido abusada por el sacerdote entre el 2004 y el 2008, cuando la víctima tenía entre 11 y 14 años y asistía al establecimiento.

Una fuente judicial precisó que “el juez Agustín Crispo hizo lugar al pedido de Garganta y ordenó la detención de Sidders”.

Según consta en el pedido de detención, el sacerdote abusó de la menor de 11 años “a quien hacía colocar sus manos en los bolsillos de la sotana y sentir su pene erecto, situaciones que acaecía en el patio de la institución y durante los recreos, que provocó un grave daño en la salud mental de la niña”.

“Asimismo, y en las habituales ocasiones en las que le recibía el sacramento de confesión, corrompió a la menor mediante explicaciones personalísimas sobre cómo masturbarse, realizar sexo oral y mantener relaciones sexuales con acceso carnal con su novio”, precisó el fiscal en su escrito.

El fiscal Garganta remarcó que la medida coercitiva se solicita por la elevada pena en abstracto y porque su zona de residencia en una zona fronteriza “lo que entiendo resultan elementos suficientes para sostener el riesgo de fuga del mismo en caso de ser hallado culpable”.

Según relataron exalumnos varones a Prensa Obrera, el sacerdote era conocido como “Frasquito”, porque los obligaba a masturbarse para guardarse su semen en un frasco.

Fuente: Télam